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párroco como el más responsable de la permanencia en los frutos de ia misión. Los medios más eficaces para la conservación de tales frutos son las congre– gaciones de Hijas de María, V. O. T., Apostolado de la Oración, formación de minorías selectas, cursillos de Cristiandad y Ejercitaciones; son aptísimos estos medios para mantener el mejor índice de espiritualidad en el centro misio– nado. En las misiones de gran altura deben establecerse unas comisiones, inte– gradas por el clero parroquial y seglares capacitados, que permanezcan para orientar, organizar y mantener el fruto, la perseverancia. Comunicaciones El ponente englobó las respuestas de los comunicantes a la encuesta de la po– nencia: procedimientoo ya experimentados y organización de la perseverancia; me– dios para renovar periódicamente el fruto de la misión y vigorizar la pastoral or– dinaria. Los comunicantes, PP. ABEL DE BILBAO, ISIDRO MARÍA DE SAHAGÚN y JUAN CANCIO DE ECHALAR, coinciden con el ponente en los mismos puntos fundamentale,s. La perse– verancia no es la prueba definitiva, :v: hay efectos y hechos aislados, tal vez des– apercibidos, que justifican todo el dispendio de la misión. Además de los medios tra– dicionales, es necesario insistir en principios y prácticas fundamentales, recomen– dar y organizar las buenas lecturas, asociaciones que ofrezcan garantía de ser aten– didas, primeros viernes, retiro mensual para minorías piadosas, renovación de la mi– sión en forma de ejercicios espirituales abiertos. Se recomienda también la formación de grupos de apostolado, que pueden ser como una continuación de las comisiones de la misión. Sería ideal mantener el mayor contacto posible con los pueblos misiona– dos; para eso se precisaría la colaboración intima entre misioneros y párrocos y el Consejo de Apostolado con el Centro de Propaganda, directores de nuestras revistas y Casa de Ejercicios, para lograr ese contacto mediante boletines, circulares, artícu– los, retiros comarcales, reuniones periódicas, grupos .selectos, enlaces, etc. Coloquio P. Buenaventura de Santamaria: Ha insistido el ponente en la organizac10n de la perseverancia tradicional. Pero hoy se exige más. Debe formarse una especie de co– mité que organice la perseverancia de todos y desarrolle un plan de trabajo para toda la zona. Se necesita, más que medios, organización de conjunto. P. Cornelio de Lezaun: Más que de las comisiones, depende de los párrocos, que deben esforzarse por crear retiros comarcales. P. Casimiro: Todos estamos conformes en la creación de esas comisiones organiza– doras de perseverancia. Los cursillistas juegan aquí un papel magnífico. P. Cornelio de Lezaun: Es conveniente que el misionero no sólo sea misionero, sino que dé ejercicios, y que los misionados vayan a hacer ejercicios con él. P. Mauricio: ¿Debe hacerse renovación de misión? P. Casiny,iro: Sí. pero dando otro aspecto muy distinto al programa desarrollado en la m1s1on. MU5!has _renovaciones. después de una misión espléndida, dan sensación de fracaso. Debena orientarse la renovación hacia la formación específica de los di– versos grupos que integran una feligresía. 35