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tes: pero se ha de insistir más en la parte dogmática que en la moral, La casuística será ia parte final de las instrucciones y la consecuencia lógica de las verdades dog– máticas. No deben faltar los siguientes temas doctrinales: la persona de Cristo, la vida de gracia, la doctrina del cuerpo místico; primero, enarto, quinto, sép:imo y décimo mandamientos. abordando respectivamente los deberes de la religión, los problemas familiares, la caridad y las obligaciones sociales del cristianismo, ,os de– beres de la justicia y el sentido social. En cuanto a Jos temas morales no se deberán emitir, debidamente enfocados, los temas de la salvación y fin del hombre, el pe– cado, el infierno, el cielo, la misericordia, la Santísima Virgen; en la fase final de la misión no pueden faltar tampoco algunas consideraciones sobre la dogmática, ascéticrt y estrategia apostólica de la Unidad. Naturalmente, para desarrollar est.os temas, mas otros tradicionales, no basta el estrecho marco de una ,semana: hay que ir hacia los 10, o mejor, 15 días de misión. P. LEANDRO DE BrLBAo.-No cree que existan críticas razonables sobre el fondo y la forma de los sermones de misión. Hoy día hay misioneros que nos dejan estupe– factos exponiendo los temas tradicionales de misión y con programa tradicional; mientras que el fondo y la forma de la predicación en otros misioneros deja mucho que desear. Por consiguiente, el problema está en los misioneros. En la revista Cristo al mundo, editada en Roma, se recoge la tendencia del mundo católico hacia la pre– dicación positiva, la bondad de Dios, la belleza de la religión y del orden moral. Es indudable que la predicación dogmática da mejor a conocer y amar a Jesús, y es más eficaz para asegurar la perseverancia. P. BUENAVENTURA DE SANTAMARÍA.-Coincide, en líneas generales, con las ideas ex– puestas por el ponente. Plantea "en moderno" algunos de los grandes temas misio– nales que deben ser conservados, pero enfocados desde un .Punto de vista más bí– blico, más litúrgico, más cristocéntrico, más eclesial y más dogmático: Misión y palabra de Dios; Dios nos habla por Cristo; la salvación nos viene por Cristo; Cris– to nos libera del pecado; la muerte cristiana es la muerte en Cristo; seremos juz– gados en Cristo y por Cristo; Cristo nos libera del infierno; el Reino de Dios se consumará en la gloria; el misterio de la caridad divina; somos la Iglesia de Cristo; el misterio de María. Por último, hay también que incorporar temas nuevos: el tra– bajo, la justicia, la doctrina social, la santidad de estado. Coloquio p: Begoña: Menciono esta realidad: hay un Reglamento en el cual constan los temas de misión. ¿Les parece que se debe cambiar el tema tradicional incorporando la nueva temática, o es cuestión de cambiar formas? P. Villalobos: El ponente ha hecho crítica algún tanto ligera. La oratoria es un arte: convencer deleitando; y no sólo es, o debe ser, naturalidaa, sino arte. Conforme en que hay que renovar la forrna. En cuanto al temario de que todo se centre en Cris– to, no lo veo tan claro. En la reciente misión de Milán dijo Mons. Montini que la misión es de afirmaciones, no de pruebas. P. Samuel de Yudego: Se trata de orientar el fondo, no. cambiarlo. P. Francisco de Mata Mourisca: ¿se debe continuar la predicación de las verdades eternas? P. 111iguel Angel: Sí, ya lo he dicho. Pero considero de urgencia una revisión de fondo y forma en la temática misional. Hay que darles a los temas tradicionales un enfoque nuevo y una visión más amplia. Las circunstancias actuales y las nuevas orien– taciones del resurgimiento eclesiástico exigen otros temas: bautismo, gracia, Cuerpo místico, apostolado, liturgia... P. Leandro de Bilbao: ¿se ha prohibido alguna vez a lOB misioneros tratar otros temas-según la necesidad? Se. trata de complementar la temíítica. P. Provincial: Les voy a leer las orientaciones del P. Lombardi, según las Ejerci– taciones (lee J • P. Alejandro de Villalmonte: Los temas tradicionales están bien tratados teológica– mente en los manuales. Lo que hay que buscar es la conversión del corazón, y esto se logra Por la confesión. La nueva orientación parece podir un enfoque en torno a Cristo, y también esto hay que cúnseguirlo. P. Buenaventura de Santamaría: Les puedo leer un esquema de los temas de mi- 32