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llr.n dado las mismas facilidad<cs de, pmparaci<m a los predicadores quP a los profesores. P. Provincial: Y eso, lno quiere decir que se ha olvidado algo el ministerio de la palabra? P. Donato: Tanto como eso, no. Ponencia 8 LINEAS DIRECTRICES DEL APOSTOLADO MODERNO Por el P. BUENAVENTURA DE SANTAMARÍA En su esfuerzo por permanecer fiel a la esencia e integridad del Mensaje de la salud, el apostolado moderno se caracteriza por estas tendencias gene– rales: más bíblico, más litúrgico, más eclesial y más social. Estas caracterís– ticas, que distinguen el apostolado moderno del de otras épocas, afectan al fondo del contenido. Hay renovación y progreso en el estudio de todos estos campos de la verdad religiosa, pero, sobre todo, hay apetencia vital de estos núcleos de verdades religiosas. No son verdades nuevas, pero por una ley de vida de la Iglesia ahora se han puesto en el primer plano de la concien– cia religiosa contemporánea. Los movimientos más característicos de nuestros días --bendecidos y estimulados por la Jerarquía- llevan en la entraña esta renovación bíblica, litúrgica, eclesial y social. Es un hecho que el aima religiosa contemporánea gusta de un contacto directo y simple con la palabra de Dios. Este contacto se está realizando por una liturgia pastoral más directamente entroncada en las fuentes, de un fuerte carácter comunitario y cristocentrista. Además, un profundo sentido de Iglesia en la espiritualidad laical, que está cuajando, lleva a la afirmación de otros rasgos característico::: de una espiritualidad moderna: apostólica, misionera, social, encarnada. Dentro, pues, de las grandes corrientes de la espiritualidad moderna de– bemos insertar nuestro apostolado. Los organismos que llevarán este tra– bajo han de ser los secretariados. Serán siete: de Predicación, de Misiones, de Ejerci:::ios, de Liturgia, de Asociaciones, de Difusión y Social. A este con– junto de órganos ejecutivos, de planificación y de reflexión, incumbirá la tarea de adaptar nuestro apostolado a las exigencias sociológico-religiosas del momento presente. Estos secretariados tendrán unas normas comunes y otras especiales: las comunes se refieren a determinar el objeto de su com– petencia, personal componente, equipo especializado, confección de un "Di– rectorio" de la acción, estudio de un plan anual en el campo de su compe– tencia, organización de reuniones de estudio y sugerir al Consejo las ini– ciativas que crean oportunas. Es fácil comprender la estructura de estos organismos que se van a po– ner en marcha: un Consejo Provincial de Apostolado, formado por los direc– tores de los distintos secretariados; unos secretariados que se compondrán a su vez de un director, un secretario y los delegados conventuales corres– pondientes. Así, cada secretariado agrupará al grupo responsable de una ac– tividad en plano provincial. A ellos compete estudiar, coordinar la acción y 19

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