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P. Arsenio de La 1Ylata El P. García Garcés en la Ilustrar,ión del Clero, rebate punto por punto ese artículo de Ya. P. Alejandro de Villa/monte: En una Semana Teológica se habló de crisis en la devoción mariana. Al menos en Espafia no hay decadencia, ya que la mariología se encuentra en una época de extraordinario y desconocido florecimiento. Algunas de– vociones precisan: 1) limpieza, purificarlas de adherencias; 2) hacerlas más teoló– gicas y dogmáticas. Conviene renovar la predicación librándolas de ese aspecto mágico y enraizándola más en los dogmas. P. Provincial: Un libro, presentado en Roma sobre la devoción a la Virgen, suscitó entre un grupo de cardenales, un comentario del valor de ese libro. Y uno de ellos me dijo: "Qué lástima que la Orden Franciscana, que tanto se ha distinguido, a través de la historia, en la devoción a la Virgen, no haya publicado en estos últimos tiempos apenas ningún libro de la Virgen para el pueblo. A ver si cuando vuelva usted otra vez a Roma, me trae ese libro--. P. Alejandro: En el movimiento teológico-mariano nadie ocupa un lugar tan des– tacado como la Orden Franciscana. ni antes ni ahora. El P. Balic es el director de la Academia Mariana Internacional, que publica en Roma lo más interesante que se escribe hoy sobre la Virgen. Ponencia 6 HUMANISMO Y CONTEMPORANEIDAD DE SAN LORENZO Por el P. GABRIEL DE SOTIELI.O A San Lorenzo le podemos considerar como ejemplo de cultura humanís– tica grecolatina, o como paradigma de una forma de vida, de un humanismo encarnado, que pudiera servirnos de modelo en nuestros días. Respecto del humanismo renacentista tiene puntos de contacto: su dominio de las lenguas y de la cultura clásica, su tendencia platonizante. dentro de la corriente bonaventuriana, su retorno a las fuentes bíblicas. Pero difiere de ese humanis– mo renacentista en que su preocupación fundamental no es el hombre como realidad natural perfectible, sino el "horno ut salvandus". Mientras los hu– manistas son contemplativos, estetas, gozadores de la vida, San Lorenzo es activo, práctico y asceta. Lo ético y lo religioso predominan sin término de comparación en él sobre lo estético y lo profano. Hay un humanismo en San Lorenzo que presenta caracteres muy mar– cados de analogía con lo que pudiéramos llamar un '•humanismo francis– cano", cuyo arquetipo podría ser San Buenaventura. Con él le unen una cul– tura que tiene como centro la Biblia y los Santos Padres, una principalidad de la unción sobre la especulación y, cuando se presenta la oportunidad, una renuncia al estudio y en general a la teoría para dedicarse al apostolado en sus formas más diversas. Otro rasgo de humanismo franciscano lo mos– tró San Lorenzo en su preocupación por los humillados y ofendidos. Frente al humanismo antropocéntrico de los renacentistas, San Lorenzo es modelo de humanismo teocéntrico, "que tiene por tipo al santo y sólo puede reali– zarse si los santos ponen manos a la obra". Comunicaciones Trataron diversos aspectos del humanismo, su entronque y realización dentro del franciscanismo. P. BERNARDINO DE LA G:RANJA.-Dentro de nuestra Orden no hay otro santo que pueda igualar a San Lorenzo en la práctica de un sano y proveohoso humanismo. 15

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