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P, :11,aurício de Begoña: Lo rnie dice el P, Viñayo es cuestión más bien de moral, no de especialización. P. Vil/alobas: En algunas Ordenes religiosas se exigen especialistas para las plá- ticas y sermones. ¿Qué opinan Vds.? • P. Sixto: Es cuestión práctica de trabajo en equipo. P. Isidro de Sahagún: Creo que deben alternar los predicadores; se complementan. P. Cornelio de Lezaun: En Navarra, uno va de platiquero y otro de sermonero. P. Gabriel de Sotiello: Convendría no olvidar que el sacerdote es especialista de ur~iversalidad. Hay que tener cuidado no sea que una especialización mate aquélla. P. Buenaventura de Santamaria: Me gustaría que en la provincia hubiera siquiera un especialista de Pastoral, otro de Sociología, otro de Radiodifusión y TV. P. Feliciano de Ventosa: Me parece que anticipar a un estudiante la especiali– zación seria desorientarlo para siempre. No todo lo que se ve en colegios extra– ños es imitable. P. Sixto: Tratamos de especialización después de terminar la carrera. Ponencia 5 SAN LORENZO, APOSTOL MARIANO Por el P. BERNARDINO DE ARMELLADA En esta ponencia el relator hizo una detallada exposición de la mnio– logía de San Lorenzo, agrupándola en cuatro puntos o postulados principales. l. Hay un presupuesto dogmático en el catolicismo, que es el fundamento en que se inserta la realidad de María: la colaboración humana, activa y so– brenatural, a la realización de la salvación actual en el interior del hombre. Ls relaciones del hombre con Cristo son vitales en el orden de la gracia. Por eso, la maternidad de María no puede ser, respecto de Cristo, meramen– te sicológica, o con relaciones de sicología puramente natural. María tuvo una fe y una caridad sobrenaturales, que dieron a su maternidad un alcance salvífica hasta hacerla Madre del Cristo total, de todos los llamados a ser miembros del Cuerpo Místico de Cristo. 2. Las consecuencias de ese presupuesto nos llevan a las últimas verda– des de la teología mariana católica: v. gr., la corredención objetiva de María. De este modo se ve cómo el mensaje evangélico, la revelación de Dios en Cristo, recibe el insoslayable carácter marial. Para conocer totalmente a Cris– to hay que llegar hasta María. Y para serle absolutamente fiel, hay que serlo en el origen mismo en donde se nos presenta: en su Madre. 3. Frente a la Madre del Señor ~"la Madre de Nuestro Señor"-, sólo cabe una actitud piadosa. Si ella da maternalmente al mundo la Palabra de Dios Encarnada, tiene que verificarse en ella, de un modo eminente, toda la realidad salvadora de esa Palabra: María no puede menos de ser la primera aplicación del Evangelio. 4. Si el mensaje de Dios tiene un clima mariano, el apóstol ha de pre– sentar siempre a Jesús por María. Pasar el Evangelio por María, es seguir el ejemplo de Dios, que pasó su Verbo a los hombres por el seno de María. Hablar de María tiene que ser hablar ele Cristo. Comunicaciones Desarrollaron los puntos de la encuesta del ponente (especialización en novenas Eiariana,s, selección y enfoque de temas de la predicación y pastoral marianas). P. ]\l[Áxr1110 DE VILLAl!ASTA.-Hace resaltar la figura de San Lorenzo de Brindis como apóstol que dembstró poseer una ciencia extraordinaria de la teología maria11a. Fue 13
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