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11 Nuestro Campo Mísíonal. BIERTO está a las espirituales ambicionpc, de las Religiosas Terciªrias Capuchinas un dilatadísimo campo preparado por la Iglesia nuestra Madre: el Vicariato Apoi'- tólico de la Guajira, en Colombia; el Vicariato Apostólico del Caroní, en Venezuela; y la Prefectura Apostólica de Pin– gliang, en China. El Vicariato Apostólico de la Guajira. Consta de tres grandes territorios, al norte de Colombia: la Guajira, Sien-a Nevada, Sierra de Perijá, más las provincias de Padilla y Valledupar. Su extensión es de 90.000 kilómetros cuadrados. La Guajira una península bañada por el mar de las An– tillas y por las aguas del golfo de Venezuela. El terreno llano, pero inculto. Cuenta 25.000 habitantes, que viven errantes, sin profesar religión alguna. Tie'1e 14.000 kilóme– tros cuadrados de extensión. Sierra Xevada es una región montañosa, habitada por unos 15.000 indios denominados arhuacos. En la Sierra de Perijá viven unos a0.000 indios que nuestros antiguos mi– sioneros llamaban motilones. Son de carácter feroz e in– dómito. Desde 1888, fecha en que se reorganizaron las antiguas misiones Capuchinas de esos territorios, trabajan allí los