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-9- Y cuando atraían hacia sí la atención y las miradas de los Prelados y la admiración de los fiek~. ,•llas se éonside• raban como las siervas más inútiles en la Casa del Señor. Siguiendo el ejemplo de San Franeisco fopron siempre mo– destas y enemigas de la exhibición. Pero Dios que siempre vela por los suyos ha tenido una proYidencia especial sobrc; ellas, y la Iglesia les ha hecho justicia. Varios Prelados españoles dirigiéronse a Su Santidad León XIII haciendo una exposición de los méritos de tan santo Instituto y suplicando la :1probación del mismo. El Vicario de Jesucristo. d;: tnn brillantes informes, aprobó definitivamente la Congregación el 25 de marzo de 1902, expidiendo un Decreto con grandes elogio!:i a favor de las RELIGIOSAS TERCIARIAS CAPUCHINAS DE LA SAGRADA FAMILIA. Causó esto particular júbilo en la Primera Orden que siempre las había mirado como de Casa, y las recibió ofi– cialmente como hijas suyas por Decreto de 18 de septiembre de 1905, haciéndolas p:ll'lícipes de todas las gracias y pri– vilegios con que ha sido la Orden Capuchina fayorecida por la Iglesia. Según sus Constituciones, las Religiosas Terciarias Ca– puchinas de la Sagrada Familia constituyen una Congrega ción de Votos Perpetuos, previos seis meses de postulantado, un año de noviciado y tres de votos temporales. Hay una sola clase de religiosas; esto es, no hay legas y de coro, com • penetrándose con la más estrecha fraternidad y franciscana igualdad entre todas; por lo q:ie tan apreciada es la hu– milde hi!a del pueblo como la descendiente de g1·an linaje. Se practica la vida mixta, a saber, oración y acdón, con– sagrándose a obras de caridad, ya en Europa, ya en países de infieles, según el espíritu franciscano. Los colores de hábito y cordón son como los de los Ca-