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368 Y así no llega el Señor, y al que hambrea se le pega más la vida al dolor. ¡HAGA USTED NACIMIENTO! Porque el alimento no baja del cielo llovido; lo hace justicia y trabajo, las manos al tajo. Vea en el olvido y en el desamparo al hombre que tiene en el paro los ojos, las manos, los pies, la esposa que espera bebé, los hijos, la casa... y el gato que maúlla y el perro que ladra... Vea el carromato o la cuadra. ¡HAGA USTED NACIMIENTO! Habrá alumbramiento de la Redención, si cuaja la paz como fruto en sazón en ti mismo, en tu piso, en la ciudad, en verdad sin mentiras, en justicia sin odio malsano... Si tiras a los pies de tu hermano la vida en servicio...