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8 ''Vive en forma, la forma de tu vida" Una forma de vida, es decir, un comportamiento hu– mano, depende de una forma de mente, es ·.decir, de una determinada forma de pensar. La manera de pensar, con– diciona necesariamente la manera de vivir. Así lo entendía la filosofía clásica. Y así lo entende– mos nosotros hoy cuando afirmamos: "Estoy en forma", "no estoy en forma". "No es mi día"... O cuando lee– mos que el cristiano debe vivir "según la forma del Santo Evangelio". Clavada en el tronco de un pino, me encontré esta llamada: "¡ VIVA ENFORMA!". Paseaba por el monte, el camino ascendía sombreado. Olía a resina. De trecho en trecho, clavado en el tronco de los pinos, se leía la invi– tación a unos ejercicios gimnásticos. Si usted corría el cir– cuito que allí se indicaba, sin quebrar sus pulmones, y cumplía bien la tabla gimnástica programada cada cien metros, "¡usted estaba en forma!", pero si no podía con la exigencia deportiva, y simplemente, -que no es poco-, se limitaba a dar un paseo reposado, contemplando el paisaje, alabando las bellezas que Dios creó, y oyendo el aire en las copas de los árboles, se le animaba con esta frase de oro: "¡NO IMPORTA, VIVE EN FORMA LA FORMA DE TU VIDA!". Me gusta esta invitación al optimismo. Aunque de– masiado exigente, como todo ideal, para cumplirla día a 29

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