BCCCAP00000000000000000000396
110 Los ordenadores no aman. Una de las necesidades que tenemos es la necesidad de comunicarnos desde el primer momento de la mañana. El hombre es esencialmente sociable. Tenemos necesidad de comunicarnos, de hablar, de relacionarnos con al– guien, dialogar, conversar, escuchar, orar. Sólo para al– gún momento son verdad los versos de Lope de Vega: -A mis soledades voy de mis soledades vengo, porque para hablar conmigo me bastan mis pensamientos". Una de las cosas que advertimos en la conducta de Cristo, de un gran valor antropológico, es que nunca es– taba sólo, aun cuando buscase la soledad, siempre habla– ba con el Padre, en la oración, o con los hombres de co– sas divinas o humanas. Hoy la insolidaridad y la dificultad de comunicarnos es un peligro que puede resquebrajar la propia personali– dad, acomplejarla y romperla definitivamente. Aislada la persona se siente no querida, sin relación y sin familia. El Vaticano II, contempla este peligro, -que puede aislar al hombre incluso de Dios- en la sociedad moderna y afirma que el trato individual ofrece la cara del Dios vi– viente y engendra la solidaridad que fluye de la fe, de la esperanza y del amor. 301
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz