BCCCAP00000000000000000000396
gua, por la autopista, un gran anuncio en lo alto de un monte advierte al viajero: "De enero a enero, Dios el pri– mero. Te deseo paz". Ha sido colocado por un compañe– ro de estudios mío, buen conversador y amigable él. Celebro la frase. Necesitamos llenar nuestra conver– sación diaria y los obispos y el Papa sus discursos y los sa– cerdotes sus sermones y los políticos sus proclamas de avisos y reclamos y recordatorios esperanzadores. ¡Hay que consumir más alegría, más mesianismo y más espe– ranza! 280
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz