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98 Volver a casa. Levantó las manos al cielo todo lo que pudo y gritó; la voz le salió cálida y temblorosa; gritó: - "A todos los que se han alejado de la casa espiritual, les digo: ¡ Volved! ¡No tengáis miedo, volved a casa!". Así hablaba Juan Pablo II -el 26 de noviembre de 1986- dirigiéndose a los católicos alejados. Cuando uno no tiene casa es pobre-pobre. Es un de– sarraigado. Lo primero que le preguntarnos a un mendigo es: "¿dónde dormiste esta noche?". La "casa"no es sólo -ni principalmente por supuesto- el techo,·las paredes, los muebles. Es, sobre todo, la relación interpersonal, la co– municación afectiva de expectativas, sentimientos y de– seos, de ideas, de emociones y sentires. La participación de vida. Con estos elementos nobles se hace "casa", se construye familia. Acertó quien dijo: "En el principio era la casa". El universo es la casa del hombre y de toda criatura y entre todos los seres creados hemos de mantener una rela– ción de hermandad, porque todos .participamos del ser, de la verdad y de la belleza del Creador. Esta es la razón · última de la ecología. Palabra que significa literalmente: "tratado de la casa". El hombre ha sido creado con instinto de sociabili– dad, al estilo de lo que sustancialmente es Dios: relación de personas. Se puede poseer una lujosa mansión, una chabola o una tienda de campaña y no tener casa, no 272

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