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87 Hace falta un milagro. El periodista y escritor judío Elie Wiesel, supervi– viente de los campos de concentración de "Auschwitz" y "Buchenwald", donde estuvo a la edad de 16 años, hasta que fue liberado en 1945, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz 1986. Elie Wiesel ha comentado: "Hay tanta violencia en el mundo que haría falta un milagro para detener esta oleada inhumana contra la humanidad. Espero que esta desgracia pueda acabarse un día. La guerra significa vio– lencia, miseria y muerte. Es lo peor de todo. Es el odio... ". El Nobel de la Paz concedido a este superviviente del Holocausto" de "Auschwitz" nos trae a la memoria de nuevo, a otro galardonado con el heroísmo: San Maximi– liano Kolbe, "mártir de la caridad" en el mismo campo de concentración. "Dios no ha quedado indiferente ante las víctimas y los sufrientes de la historia" (Boff). ¡Les ha dado voz! El Franciscano conventual, mártir, San Maximiliano Kolbe, no supervivió, como Elie Wiesel, para ofrecernos denun– cias y testimonios escritos de amor y odios. Gritó con su muerte heroica y por el amor, al sustituir a un condenado al sacrificio. -"¿Qué quieres?". -Quisiera sustituir en la muerte a este que tiene es- posa e hijos. 247