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86 / El número 16. 670. Sabemos que hay un número que define o, por lo menos, simboliza el amor heroico en el siglo XX. Segura– mente que ustedes no lo recuerdan. Es el número 16.670. El número que llevaba cosido a su traje carcelario San Maximiliano Kolbe, el franciscano que murió mártir en el campo de concentración nazi, de Auschwitz, en el bunker de la muerte, el año 1941. No lo olviden: 16.670 (es un número) igual a martirio por caridad. Diez prisioneros habían sido condenados a morir de abandono, miseria y hambre en el subterráneo del bunker número 11. Uno de los designados, Francisco Gajownic– zek, lloró en alta voz: - "Mi pobre esposa... mis pobres hijos". Inmediatamente el prisionero 16.670, Padre Ma– ximiliano Kolbe, dio un paso al frente: -"¿Qué quieres, puerco polaco". - "Quiero sustituir a uno de tos condenados". - "¿Por qué?". - "Yo no tengo esposa ni hijos, Quisiera sustituir a aquel que tiene esposa e hijos y que se llama Francisco Gajowniczek". - "¿ Quién eres tú?". - "Un sacerdote polaco". La demanda fue aceptada. "Malditos curas", mur– muró el jefe. Todos murieron en las fétidas celdas del 245