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75 "Los santos también son hombres". Hoy es un día para saludar y celebrar a todos los san– tos: Los santos canonizados, los que no lo fueron y los que transitan por la acera, pasan por las calles, trabajan, hablan en la barra de un bar, son madres y padres, sufren en hospitales, conducen coches, alegran en los teatros, es– criben libros, hacen películas, etc... ¡ Hay que ver la falseada opinión que tenemos de lo que es un santo! ¡Cómo los hemos "estropeado"! Por ensalzarlos tanto -lo mismo que a Cristo- casi los hemos deshumanizado. Los hemos hecho unos tipos raros y sin– gulares, con ramilletes de milagros en las manos y los ojos mirando al cielo. Cuando lo normal es que tuvieron, y tie– nen, las manos encallecidas o muy atareadas y los ojos mirando la tierra. No me gustan las definiciones, pero si me obligáis a definir a un santo, diría que es la persona que se mueve con alegría, con garbo y con soltura por la vida y está en armonía consigo mismo y con Dios. Esto es lo que viene a decir el Vaticano II cuando afirma que "una misa es la santidad que cultivan, en múltiples géneros de vida y ocu– paciones, todos los que son guiados por el Espíritu San– to... y siguen a Cristo, según los dones y funciones que le son propios". Santo es el que se encontró con Dios un día, y dijo lo que, en circunstancias muy diversas, afirmó cierto perso- 222