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ELEMENTOS MARIOLÓGICOS EN S. PABLO 27 carnal, ahora estará concentrada en Cristo, de quien recibirá una nueva vida. Algunos teólogos redactan a modo de axioma esta proposición: «En la causa de dos hombres, el viejo y el nuevo Adán, se resume toda la fe cristiana». Y así acabamos de insinuar la imagen con que el Apóstol des– cribe la obra salvifica de Cristo y propone una maravillosa sín– tesis soteriológica: «porque así como todos los hombres mueren en Adán, de la misma manera todos serán vivificados en Cristo» 10 • El género humano contrajo el pecado y la muerte por su solida– ridad con el primer padre Adán, y adquiere la vida sobrenatural por su solidaridad con Cristo, el NUEVO ADÁN, cabeza de todos aquellos que han sido «injertados» en Él por el bautismo. Cristo es el Nuevo Adán. En la arquitectura soteriológica de san Pablo esta imagen «es la más completa, dice el padre Prat, la más fecunda, la más original con que el Apóstol nos traza la misión redentora de Cristo. Adán y Cristo resumen los dos períodos de la humanidad, pero no únicamente como un símbolo, sino que los rea– lizan en su persona por una misteriosa identificación» 11 • San Pablo propone esta imagen, que es una antítesis tipológica, en Rom. 5,12-21 y 1 Cor. 15,20-22,45-49. Ambos textos son conocidos por su importancia y por sus múltiples dificultades exegéticas. No es mi intención hacer un análisis minucioso de estos pasa– jes -lo he hecho en parte ya en otra ocasión 12 - será suficiente una breve descripción panorámica del contenido de los mismos, a fin de enmarcar el principio, que de momento nos interesa. El Apóstol se sirve del paralelismo Adán-Cristo en dos con– troversias distintas: con los judíos y judaizantes acerca de la justificación, y con los griegos de Corinto, acerca de la resurrec– ción. La antítesis «pecado-justicia» es la que más interesa al Após– tol y a ella está vinculada la otra «muerte-vida»; y así en la Epístola a los Romanos se insinúa el tema de la perícopa a los de Corinto. En ambas existe correspondencia: el «último Adán» corresponde al «Adán futuro», si bien quizas el empleo del para– lelismo haya sido motivado por la polémica de la justificación. El ambiente contextual, en que se mueve la mente del Após- 10. Rom. 5, 12 ss. 11. La Tlzéologie de S. Paul, 11 (Paris, 1929). 203-204. 12. Xaverius a VALLISOLETO, OFMCap: Clzristus-Adam, (VD, 15 (1935), 87-93. 114-120.