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20 JAVIER DE VALLADOLID de su pueblo, del mismo modo Cristo, con su gloria, habita ahora en medio de las naciones que viven del Evangelio; el mismo Cristo es el shekinah mesiánico 3 º. De cuanto precede, se puede concluir que el Misterio enlamen– te del Apóstol es «el plan de la Redención, concebido por Dios des– de la eternidad, oculto en la revelación antigua y proclamado so– lemnemente en la era evangélica. En virtud de este plan todos los hombres, sin distinción de razas, deben ser salvados por me– diación de Cristo, por su unión mística con Él; desaparecen todo antagonismo y toda diferencia y se establece la unidad más admi– rable, como la que existe entre los elementos constitutivos de un cuerpo bien organizado. Los hombres serán salvos por su incorpo– ración mística a Cristo. Ahora bien ¿cómo san Pablo ha llegado a formular este plan de la nueva economía? ¿Cuál es la génesis de su Misticismo cris– tocéntrico? Para los críticos protestantes, que en contra del testimonio ex– plícito del Apóstol (Gal. 1, 11, 12) propugnan un origen del todo humano para su evangelio, todo esto no es más que «el producto de una elaboración interna», es decir, Pablo en el camino de Da– masco repentinamente se sintió invadido por Jesús, y desde en– tonces consideró el universo según su propia experiencia 31 • La cristofanía damascena es motivo de división entre los crí– ticos de muy diversas escuelas, que han intentado investigar el principio genético de la doctrina de san Pablo. Según muchos, la visión de 'Damasco explica admirablemente toda la teología pauli– na, cuyo principal fundamento hay que buscarlo «en su conciencia de la inhabitación de Cristo»· 12 • En cambio otros defienden que el hecho de Damasco no ejerció influencia alguna en el Apóstol, ni en la elaboración de su sistema doctrinal y por otra parte ese fe- 30. ToussAINT: LºEpitre de S. Paul amx Colosiens (París, 1921) 117. Pudiera ser que el vocablo 0 ¿:a qu" se lee en este pasaje tuviera en la mente de S. Pablo el mis– mo sentido que el s!telcinah rabínico. Algunos intérpretes juzgan más probable que S. Pablo baya tomado esta expresión del lenguaje de los misterios, ya que con una frase parecida se índica el pase de los iniciados al reino de los dioses, para entrar en unión con ellos (cf. Tot:ssAINT, oh. c.) 31. HOLSTIL'-: Die Christusuision des P. 11. die Genesis des pul. Evanyeliums, Ber– lín, 1861). 32. \VEBER, Christ11smystilc (Leipzig, 1924): VITTI, i'ita St. l'a11/i: Exordia usq11e ad conversianem (ad usum privatum), Homre 1932, 18 ss.