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exclamó sollozando la madre -. A los pocos minutos se me quedó entre los brazos». El P. Fidel dejó que corrieran en silencio aquellas lá– grimas tan justificadas. Continuó luego la madre: - ¡ Cuánto sufrió la pobre! Con lo delicada que ella era... Y ahora ¡ perdida para siempre ! - No, señora - replicó él con suavidad -. Josefina no está perdida para siempre. Josefina vive, v algún día... - ¡Oh! ¡ Mi hija! - gritó la madre, clavando sus ojos en un ángulo de la habitación -. ¡Qué hermosa está! Y me sonríe... Y me dice adiós con la mano... ¡Espérame! Entre varias de las circunstantes se la llevaron piado– samente para acostarla y hacerla descansar. Aquellos des– varíos se debían sin duda a tanto dolor y tanto cansancio. Sólo el P Fidel quedó pensativo: ¿Quién sabe? ¿Por qué ha de tratarse forzosamente de un desvarío? ¿No puede haber sido una verdadera visión? A Dios le sobra poder para consolar en forma extraordinaria a una ma– dre también extraordinariamente afligida por la pérdida de una hija corno hay pocas. Hacia las nueve regresó a su convento para celebrar misa. La aplicó por Josefina; pero más que rogar por su eterno descanso, le salía del alma el dar gracias a Dios por tantas maravillas como había obrado en ella. Josefina había muerto poco antes de las cinco de la mañana, el día 30 de junio, es decir, el último día del mes del Sagrado Corazón. Al día siguiente, 1 de julio y fiesta de la Preciosísima Sangre de Cristo, se celebraron los funerales y el entierro. Los primeros fueron a las nueve de la mañana, en la parroquia de Nuestra Señora del Mercado. El P. Fidel, que asistía como uno de tantos, iba encontrando en aquellos latines tan cantados y oídos una maravillosa novedad: «Venid: adoremos al Rey para quien todas las cosas viven... Creo que mi Redentor está vivo y que en el últi– mo día yo también de la tierra he de resucitar, y en esta mi carne podré ver a Dios, mi Salvador... Tú, Señor, que resucitaste a Lázaro cuando ya se descomponía en el se– pulcro, concede a nuestros difuntos la paz y el lugar don- 600