BCCCAP00000000000000000000393
Por no molestar a los vecinos de celda, a¡;:,u.,,u,v hasta las seis de ia mañana; mas tan pronto corno a esa hora se dio la señal para despertar la comunidad, bajó corriendo al teléfono. La noticia le aturdido: «Padre, Josefina ha muer- to hace poco más una hora». Buscó precipitadamente al P. Superior para pedirle permiso, y salió a la calle. En pocos minutos llegaba a casa de la querida muerta. Y tuvo que hacer grandísimos esfuerzos para que a las lágrimas de los familiares no se juntaran las suyas propias... Se encontró más torpe que nunca para hablar, incapaz de decir a todos las palabras de consuelo que la situación. «¿Dónde está?» fue lo único que salió de sus labios. Le pasaron a la habitación fúnebre. ¡Sí, allí estaba ella! Ailí estaba Josefina, aquella criatura tan singular, a la que, en Dios y para Dios, tanto había él amado... Las lágrimas asomaron a sus ojos... «Pero, Señor: ¿es posi– ble que te la hayas llevado tan pronto? ¿Por qué ella, y no otra?... » Se dio cuenta de que no estaba allí para tristes solilo– quios, y dijo con voz apagada: « Vamos a rezar un respon– so por su eterno descanso». Mientras lo hacía, pudo observar lo que no había ad– vertido antes, demasiado impresionado: ¡ el aspecto de la muerta! Estaba bellísima en la majestad de la muerte. Su rostro aparecía ungido de plácida serenidad; era una ex- como nunca él había visto. Diríase que la paz y la propias de la Patria de la Luz habían querido dejar un tenue destello en aquel cuerpo virginal que pronto recibiría la tierra; y una sonrisa a lo ángel había dado úl– tima forma a aquella cara tantas veces contraída por la fuerza del dolor. Contemplando a la dulce muerta se experimentaba ver– dadero consuelo, y el P. Fidel sintió que su primera triste– za se convertía, si no en gozo, sí en algo que llenaba de suavidad el corazón. Josefina estaba amortajada con el hábito de la Inma– culada: blanca túnica que le llegaba hasta los pies y una banda azul a su frágil cintura; junto a la banda azul, su cordón franciscano y, sobre el pecho, un gran escapulario de terciaria. 598
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz