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una serie de curiosos pormenores sobre las incidencias de aquellas jornadas. Lo que más sentía el Padre eran los malos ratos que el pobre muchacho había estado pa– sando por su causa, pues el Gobernador le había puesto de vuelta y media en las diversas entrevistas que sostu– vieron. Pero no estaban los líos acabados con la suspens10n del periódico. Los de «La Buena Sociedad» seguían exi– giendo una reparación, una retractación pública de lo que se había dicho en «Avanzadilla», que ellos conside- raban como del todo falso, además gravemente inju- rioso. De no darse tal reparación, llevarían la cosa a los tribunales. José María estaba de veras preocupado y atemorizado. No tanto el P. Fidel. No te apures, muchacho. A ti no te pasará nada, ni a ninguno de mis colaboradores, pues yo me haré responsable único de todo. Y en cuanto a mí... ¿qué me van a hacer? Fusilarme, no; a lo sumo, meterme en la cárcel; de multas, ni hablar, porque no tengo dinero ni intención alguna de pagarlas. Si me meten en la cárcel, será una experiencia nueva e interesante en la vida. - Bueno, Padre; déjese de cosas. Siempre es mejor arreglar los líos «por las buenas». - Indudablemente, siempre que pueda hacerse sin menoscabo de la verdad, la justicia o la propia dignidad. Por la paz estoy dispuesto a cualquier cosa; pero no qui– siera dar a esos señores, que me parecen demasiado en– greídos con su poder y su posición en la sociedad, el gus– tazo de creernos acobardados y rendidos, como si nadie fuera capaz de resistirles cuando ellos levantan la voz o se ponen en serio a lograr algo. - Está bien; pero sin rebajarnos a ellos, yo creo que se les puede ofrecer alguna pequeña satisfacción. Por ejem– plo, aclarar que no se quiso ofenderles, que se empleó tal vez un lenguaje demasiado duro, en un honesto afán de corregir cosas censurables, pero que sus personas y familias nos merecen toda consideración y respeto... En fin, algo que les calme o aquiete. - Si sólo se trata de eso, dispuesto estoy a hacer lo que quieras, pues en verdad todo eso puede hacerse sin menoscabo de nuestros principios y actitud. Es cierto que 531