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~i ¡. tiernas del Co:190 belga, Uganda y Umndi, y en las cclonias francesas del Africa, se ha extendido mud10 la devoció1 :1 la Inmaculada de Lcmrdes, lo mismo que> en hs posesiones portu,iuesas a Nuestra Señora de Ftüima. Los ori'entales, 111{1s que los occidentaks, sienten inclinación por las pere– grinaciones a los lug;:ircs ver:er,rndos, por ejunplo: los m.,1stdmanes, a la l\Ieca; los hindúes, a 13enarcs; los chinos, a las p;;::gudas budista;;. rTa111bién lus , Tis-– tianos realizan cstas peregrinadc ncs a los múltiples santué,rios de la Virgen. Entre los (it~ la India son célebres el í.k í "c[¿;nganm Afata, en Tuticorin, y d de Our Laclg of fvladim. en la isb de Ceilún, donde los oblatos de l'viaría Inmaculada han construido un bermcso tcmpln ,:clomk ccr;, urréén a ven,:EéH a l\il:aría no sólo cristianos, sino también brah,ummcs, hindúe,, y musulnEmes (.2ó). Los m··sionerns de la Sociedad de l'vli:iioncs Fxtr::njcr,'c d:'. hi•·í,; h,,n pn ·::¡a– clo la devocí,·m a Nuestra Sefü,ra de Lourdcs y c: la T'.1iL\¡1osa en l.1 f•/bn– c:huria, ( :hina, Tonkín, Cochindlina, Siam, Lms, Birmanla y Pondichl'ry (.27). En muchas parroquias de la China, en L1'; cuales s,: encuentra una e ·lina o montaüa, generalment'l'. sobre sus cimas. s,:: suelen cn,:ontrar igksii1s dcdi-– G1das a la Virgen, donde concurren !ns fíclcs en pcn'.:Jdnacit'm a ren,:lir ho– menaje a la Reina del cie:o. Entre tantos .•:,•nttwrios chinos (se cu'ent,m más d,2 treinta) 11wreccn cspcci¡1J mención por su ccl, bridad y frecuencia t'.l de Ton9lü (Ilo,:eí). a cuya imanen mibnrosa el Concilio Plenario de Sl:.rn,ihai en 192"1 dió d Utuio c:•r2 Nuestra Señora d,c la China, difundiendo su lLvoción por todas las rvlisiones del territorio chino. En 193íí monscfíor Cosi,H:tini, dekgado apostólico, inauguró la ,.cric de peregrinaciones oficiales (2.')). Fn l(_:>:14 (~: Ll:::~uncrn ;c:-'tíÍt:1 pL d:re: (;onn'ct 1 c:uLusL1s11L1du del pc1Gorama de la colina d,_~ Zo-sC::, distante unos trcin:a kilómetros de Sbanghai, pensó que se– ría un luc;ar magnlfico para levantar una capilla a la Virgen. En l 8(i i d obispo ,1d,Jttidó el terreno y construyó la capilla dedicada a María. Lu'ego cmpez¿¡ron la:: perc¡¡rinaciones de los fieles. qne han ido siempre c1unwnto, lles¡ando a ser el s,,ntuario mi,s r'ecicnte y m:'.,s concurrido de toda la China. En el mes de mayo de 1947 fué coronada con gran solemnidad la Virgen de Zo-sé, acudiendo a la función 20 obispos y 60.000 católicos, presidiendo la cer'emonia el representante del Papa, monseíior Riberi (29). La devoción a la Vir\'.j'en fué la que conse1vó, por más de dos siglos, en la verdadera fe a los cristianos de N agasaki. Cuando en el afio 1863 los pa– dres Petigean y Laucaigne llegaron al Japón descubrieron los ckscendientes de aquellos antiguos mártires japoneses del siglo XVll y tm:iernn •d \.JOZO de ,·'.1m– probar que una fórmula de oradón había permanecido entre ellos, d reo cid Sar.to Rosario. Para c~rcícrarse que los nuevos misioneros eran verdadera– mente católicos les preguntaron si estaban unidos al Romano Pontífice, si (2G) ('f. EDMC,ll l'Ernr:s, O. :\I. l., Jforia11 J>erolion in ('ey/011 or A ./listorir·n/ Nurrcy of /he J>crntion of the ('atholies of ('eylon to the nlessed l'iruen Jlary, <'hilaw, J!l-iS. (27) ('f, P. :\I. ('mII'AGXOC'i', Le ('ultc de ::Vrítre-Da111e de Lourdes, rlans la Nociétf des Jlissinns Rtran111'rcs, París, 1010, (2S) Cf. :\Lrnw l'mi!Ll'IRI, J\I. ~- C., ritt01·ie di Jforin trn [!li i11fcde:i, rn f?iri Nt1J Jlissionaria del ('/ero in Italia, rn;is. p,1¡.:. 177. (2!l) ('f. :\I. l 'nmr.rr ~r. l. ,,., 1,,,1¡:. 17S; ¡.;_ Lo1-;r.1xc:. l. ,·.. p,w ;;2,.
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