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PROBLEMAS MISIONALES 73 phme mater mcmbrornm eius, quod nos sttmus; quia cooperata est charitate, ut fideks in Ecc!esia nascerentur, qui illius capitis m'cmbra sunt: corporc vero ipsius capitis mater" (6). El Cue.rpo J\Aístico no dehe concebirse como una cosa limitada por el tiempo o restringida solamente a un grupo de personas; por su natural'eza in– trínst.:ca está destinado a crecer y desarrollarse hasta que comprenda en sí mismo a toda la humanidad. Del mismo modo, la Maternidad 1 .:spirtual de María debe abrazar a todas tas gentes sin excepción. Como Eva fu,:: h Ma– dre de toda la humanidad mida, Maria debe ser Madre de toda la: hum,~nidad redimida. La descend•cncia de J\,1aría, como la de Jesús, no pueden encontrar límites ni en el espacio ni en el tiempo: deben pasar de generación en genera– ción hasta la consumación de los siglos. LR misi{;n de Ivfaría está subordinada a la de Jesús, pero es uni1•crsal como ella; sus caricias maternales se! cxtien– d<::n a todas las razas, a todos los colores, a todas las JEJciones, a todos los hombres. Quien tiene a J•esús por Padre forzosamente ha de tener a i'viaría por Madre. 2. María Sanrísima Cort01lentc1rn de la humanidad. -- Los docuGKHÜ)S pontificios y los testimonios de los Santos Padres pmeban que la Virgen con~ currió a nuestra reparación no, sólo físicament•..:, dando su consentimiento para la Encarnación del Verbo, ejercitando el oficio de Mndre durante la vida de Jesús y presentándole en d T•emplo, sino tambi0n participando moralmente en sus dolores al pie de la cruz y ofoecicndo la 'Víctima divina por la s,"lud del género' humano. Dice Benedicto XV: "Ita Filio patient'e et moriente passa est et paene commortua, sic maternn in Filium iura pro hominum salute abdi– c¡¡·;it, pl,i,.:a1daeque Ud iustitiae, quantum ad s,'. pertiri'2hat, Filium immolavit, ut dici merito queat Ipsam Christo humanum íJCnus redemisse" (7). Cristo es la causa principal de nuestra redención; Mmía, causa secundaria y subordi– nada, '.'n cuanto, por Cristo y en C:isto, tomó parte en la lucha "y en la vic– toria contra el dLiblo: "Per Evam· -dice San Ambn,siu --cecidimus, per llvla– riam starnus; pcr Evam prostrati, erecti per 1\-iariam: per Evarn scrvituti ad– dicti, per Maríam liberi effecti'' (8). Si Jesucristo es el SegrmLlo ,-1cfon que nos redimió. l'vlaría es ]d Sc'o1mda BPi! que concurrió activmnente a darnos la vida de la gracia. Por esto e!'scribe muy bien el cardenal Billot: "De Virgine genera!iter t'i>.nendum est in ordine reparntionis eum locum tenet, quem tcnuit Eva in ordine pcrdítio– nis" (Y). Y San Epibnio nos dice: "bva g•enerí hom'num causam mortis attuÍit, per quam mors est in orbem terr:irum invecta; l\ifmia vitae causam praebuit per quam est nobis vita producta" (10). Ahora bien, como Jesús fué Redentor universal. María también fué la Corredentora unh-cr0al: e.orno J·csús murió por todos. así l'v1aría sufrió por todos; como Jesús se ofreció Víctima por la redención del mundo, también (G) ne Firg., I'. L., 40, ;:nn. (7) Cf. Hodalitati Nostrae Do111i11ac a J/011a Jlortc, 22 rlP marzo dP lll18, 1.. \. ,'s.. lBlS, tomo X, p:'ig. 1S2. (8) Hcr1110 ·15, 1'. L., 'tomo XVII, <'oL 71ii. (O) ])e Deo Incarnalo, thrs. 41, rd. Patri, W12. (10) A.drcrs. ltaer., 78, I·'. U., tomo XLII, eol, 7:10.
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