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(m pueblos tcdos, batid palmas! Aclamad a Dios con voce:, ¡ubilosas (.3i J, porque e~ YahH', d Altísimo, el terrible, el gran Rey de toda h tierra (32). Pern antes de subir al cido confiere la pote~tad d\-: las llaves a sus após– tc,ks y les impone el precepto de la eYdngelizacíón uniYersa1: E1111tes Jocetc .. C ¡ Ciclo de PcntecostJs. - -Los hebreos d"2sde el tiempo de l'vioisés ,:de– b,:¡¡[x:n la fiesta d,: Pentecostés, que tenía por fin dar gracias a Dios por !a recoleccióri de los cereales; m{1s tarde la tradici(.n rabínica añadió la conme– moraci,'m de la promulgaci(m de la Lev en el Ivionte Sinaí. que aconti':.>ió de la, salida de lus hebreos de Egipto. En la historia evangélica con tr'2s dConte:1-:irnicn~l)S .!_E1.;1orL:1tL ld: la efusión d1giosa de-! Espír:t u Santo sobre los la funcLición oficial de la :ola y el principio de la misi(n apostólica. Estos tres acontecimientos, que n,rmian la obra de !a redención, forman el objeto de esta fiesta: llodie, ,·,rnta hi liturgia, completi sunt d!cs Pcnfn ostcs, dldma; /;odie it11s S'anct11s in ignc discipulis apparnit et- tribuit charismatum tlond; misd cos in uniucrsum T11ltndu111 e/ !· ••• a!lcluia d'"'"t:ir que lo la Epifanía para Navidad es la solemnidad de Pentecostés para la Pascua. En <'.Stc día b Iuksia se rnanifest(i a toda cla','2 de gentes que habían concu– rrido a Jcrnsakn ccn motivo de la fiesta. Del Cen:icuio salen los tran,ofo'.·mados por l'l Espíritu Santo y crnpic:zan a dilatar Íd Ialesia por ü,du el mundo; todavía pequeña como un grano de mostaza, ir,i creciendo ÍM,,ta cubrir toda la tkrra con su nm1a;e. De:,pués d'c Pent,•costé:s los veinticuatro du1i'l1Hº" que siguen apenas ue– nen un vinculo sensible con la Pa,;cua. En su contenido variado endn::m un;i extraordinaria rique;¿a de vida, de espíritu, de sentimin1to y de doctrina. El investigador pcdrá encontrnr también en ellos las ideas misioneras ,¡ne penetran el 'espíritu Hurgic u ,,e la lgres,a. En la úllima domínica de octubn, Pío XI colocó la festividad de Cristo Rey, satur<1da toda ella de espíritu mi- sicnero. O Christc, Pacif he', !'dentes rcbcl/cs snbiicc -- wnorc dcuios --· Ouilc in wwm congrega (34). Cuatro témporns.·-Son los miércoles, viernes y sábados que, cuatru 'es al año, al empezar las estaciones, se celebran, corno días de oración peni- tencia, en la Iglesia occidental. No s•,2; sabe con cerle::a el origen, pero San L'eón Magno defiende que son de tradición apostólica y que antiguamen~:: era una práctica judaica ayunar el cuarto, quinto, séptimo y décimo mes (3'i), Es una de las tradiciones más ,•enerandas del año eclesiástico. Las cuatro U:m– poras, desde mucho tiempo, están en relación con la administración de las sagradas órdenes. En los primeros siglos se conferían, por lo regular, en el mes d•e diciembre; por esto se dice en la historia de muchos Papas: Fecil ordinationes mense decembá ... En este mes, en que nació Jes-é..:;, et Supremo Pastor y Sacerdote, la Iglesia eng•endraba los obispos, sacerdotes y demás eclesiásticos. Ahora "e confieren con más frecuencia y t,,rnbién en otros días. (:ll) /'s.. XLYI, :2. (:::..?) //,id.. XL\'f, :;. (::;!) ()f f,'r·. 'J'r'i/ •·.. C) '- f. . l 1: :o •) ... , - .,.,.
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