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58 P. PÍO DF MO~DREG.L\NES de numerosa5 Instituciones, Asociaciones y Obras de Apostolado que, a im– pulso de la caridad cristiana, pululan en vari'edad impresionante, imprimiendo a b Iglesia el sello de una vitalidad estupenda y creciente, complacencia de los buenos católicos y admiración de todos" (99). El Espíritu S'anlo, irrndiador imiuersal.--La luz y el amor del Espíritu Santo no se limitan sólo a los cr'eyentes: extienden también su potencialidad a todos los que viven fuera del campo visible de la Iglesia. Jesucristo murió por todos los hombres y el Espíritu Santo ofrece la gracia a todos los mor– tales. Santo Tomás atribuye la conversión de los infieles a la acción 'especial del Espíritu Santo. "Conversio gentium specialiter attribuitur Spiritui Sanc– to" (10()). Alejandro VIII condenó la siguiente proposición jansenista: "Pa– gani, Iudaei, haeretici aliique huius generis nullum omninn c1ccipiunt a ksu Christo influxum; adeoque hinc recte inferes in illis esse voluntatem nudam, inerr 'l.em sine omni gratia sufficienti" (101). Dios quiere que todos los hom– br·cs se salven y que conozcan la verdad (102), Jesús murió por todos. El V erho ilumina a todo hombre que viene a este mundo (103). Esto consta por toda la Escritura y la Tradición. Se dan hechos históricos en el Antiguo Testamento, donde se manifiesta la benignidad y la misericordia de Dios tam– bién 'entre los paganos como en la meretriz Rahab y en la moabita Ruth, que se agregan al pul'blo de Dios (104). Naaman Syro, que recibió la fe (105), Jonús, que fu(: enviado a predicar a los ninivitas (106). En el Nuevo Testamento se manifiesta maravillosamente la Divina Pro– videncia. Felipe es enviado a un eunuco de la reína de Candaces (107). Pe– dro, al centurión Cornelio (108). Pablo, a los macedonios (109). Innumerables hechos desde el principio del cristianismo hasta nuestros tiempos. Por todo ello se manifiesta que a ningún infiel se l'.:'.! niega la gracia de la conversión. L,1 fe no es la primera gracia; antes de creer se da la gracia de creer. La I[¡lesia ora por los infiel-es para que vean la luz y se conviertan luego ... A todos los hombres Dios concede los auxilios necesarios para la salud. El que se condena es por su culpa. El Espíritu Santo comunica su acción benéfica por los misioneros. Estos son los instrumentos ordinarios por los cuales se propaga la fe, se extiende la Igl'e:sia, se administran los sacramentos, se aplican los frutos de la; reden– ciún copiosa. ¿Cómo los infieles negativos llegan al acto de fe sobrenatural y adquieren (DO) ('f. AXGEL 'l'E21Il');'O 8.uz , Rl dogma de la Rede11ei1í11 y l1i espiritnalida,d mi- sionera, ('Il Bspiritualida1l J[,igionera, vúg-. ::7, Burgos, 1D54. (100) 8 . .'l''nmr., In Galat., IY, Jpet. :;, Opera, Omnia, tomo XIII, l'arrna, 18()2. (101) 1 >E:'iz., en5. (102) J Tim., lI, 1-G; IY, 10. (10~) I Ioann., II, 2. (104) los., II, 1 sq.; Hcbr., XI, :n, (105) IV Reg.; V, 14-18. (lOG) Ion. I, 11 m¡. ; III, 1 sq. (107) Act,, VIII, 5, 2() sq. (108) Act., X. (109) :iot., XVI, H-10,
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