BCCCAP00000000000000000000392

52 P. PÍO DE MONL>REGA,:-;E~ la religión de la fuerza, porque es la religión del amor. Amor de Dios y amor del prójimo son las bases y las reglas de la vida cristiana. Esta renovación, este cambio de vida, no se r'Galizará sin lucha. Los dis– dpulos de Jesús serán odiados, perseguidos, maltrat3.clos, llevados ante los tribunales, condenados a muerte. "Más aún: Ue¡:¡ar[i la hora en que todo aquel que os matare piense rendir culto a Dios" (58 J. Pero cuando y0 me fue,e, dice Jesús, os enviaré el Paráclito. "Y Él, mando viniere, ccnvt:ncerá al mun– do cuanto al pecado, cuanto a la justicia y cuanto al juicio" ). En c,uanto al pecado, porque no creyeron que Jesús era el l\Iesias, Hijo de Dios, que vino a salvar al mundo. Los judíos y todos sus imitadores, qu'c: persiguen a Jesús, son reos de la grave culpa de incredulidad. ¡Cuúnto,, incr;.:dulos, indi– ferentes, ateos y sin religión se dan hoy a pesar de poder conocer h1s verda– des sobr•enaturales por el infalible magisterio de la Igksia! Convencerú al mundo en cuanto a la justicia, porque pondrá en cviden.-L1 la santidad ck Jesús. Los judio,, le calumniaren, le llanwron blasfcm(J y k ofendieron con otros muchos ultrajes. El Espíritu S:.mto hará resplandec's:r su santidad en la gloriosa resurrcc.ción y asct:nsi(m a los, cielos; en los que se obrarán en su nombre; en b doctrina celestial que 'enseñó; en las santas que practicó, en la santklad de sus seguidores. Convcncerú en cuanto al juicio por la conck:nad{m tulminada contra S;1- tanús y todos los que le sigu'en. El príncipe de este: mundo, su cd,cza está ya condem,do i arrojado de. su reino ... Todavía tengo muchas cosc1s que deciros, pero ahora no las sobre- llevar: mas cuando viniere el Espiritu de 'ierdad º"" en d ,:,m1ino dé~ la \, erdad integraí (60). Os comunicará un conocirni::nto más profundo !llC1s perfecto de todo lo que yo os he enseñado, cuanto ha oído de mí. M•e glori– ficarú, será como mi embajador o s,1stituto .. A rrosotros nos n'vel<, Dios medio del Espíritu Santo; pues el Espíritu todo lo sonde:1, aun las dades de Dios (61). Mzsionerismo carismútico.-~ Santo Tom<'is nos dice que todos los dones de Dios se nos dan por medio del Espíritu Santo (62), y San Basilio cscrib'c: "Dispcnsationes circa hominem, quae factae sunt a magno Deo et Salvatore nostro Iesu Christo iuxta bonitatern Dei, quis nq¡et p'er Spiritum gratiam esse. adimpletas?" (63). Los dones de Dics en sentido amplio signifirnn el lfr:n que recibe todo cristiano para dcsemper1o de sus d'C:beres dentro de la Iglesia. En un sentido más restringido se toma por las gracias o:traordinarias concedidas por el Espíritu Santo a los cristianos para beneficio de los demás. Se suelen llamar don~s carismáticos. San Pablo usa por lo menos 16 veces la palabra carisma, y no siempre en el mismo sentido. Alguna vez se toma por un don gracioso y puede significar la gracia santificante (64). Otras veces siunifica un don sobrenatural concedido a una persona para el bien del prójimo, a fin (fiS) lm::-;:'\"., X n, 2. (5!.i) log;:,;., XYI, S. (GO) loA::,;::,;,, XYI, 12-l;L (Ul) I Cor., II, 10. (02) Contr. (Jent., IY, e. 21. ((la) De .'-!piritn .'-!aneto, e. XYI, n. :m. J>. O., :;2, 1:1!:l. (G4) Rom., YI, 2:l.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz