BCCCAP00000000000000000000392
50 P. PÍO DE MOKDREG.l\.NES . •--dice el padre Bover- no es estática, siempre dinámica" (41). San Pablo enfoca la acción del Espíritu Santo en función dtel Cuerpo Místico (42). "La acción del Espíritu es el principio, la formación del Cuerpo es el término." El Espíritu no actúa sino para formar el Cuerpo¡ el Cuerpo no se forma sino para la acción del Espíritu. De la unidad del principio se d'eriva la unidad del término; de la identidad del Espíritu, la identidad del Cuerpo. A !a !uz de esta conexión adquiere s,u plenitud de sentido aqu•ella vibrante declaración de la Epístola a los efesios: "Un solo cuerpo y un solo) Espíritu" (43). Unum corpus et 1mus Sptritus. La yuxtaposición intencionada del Cuerpo y Espíritu, teniendo present\~, como lo tiene San Pablo, el organisl110 humano, ha suge- 1ido, ya desde la más remota antigiiedacl cristiana, la idea ele considerar el Espíritu Santo como principio uit:il o alma del Cuerpo I\Iístico, que es la Iglesia (44). El. Espíritu Vivificante inv:icle y pen'dra toda la Iglesia. Es la Luz que ilu– mina la mente de los predicadores para que enseiíen la doctrina de Cristo. Es la llama de amor viva que enciende los corazones cl'e todos los que anun– cian el reino de Dios. Por la acción visible e invisible del Espíritu Santo el Cuerpo l'V'!ístico de Cristo crece, florec'e, se extiende por toda la tierra. "En la naturaleza humana se da b tendencia y la capacidad a la propagación;" el hombre formado tiende a reproducirse y comunicarse. De semeiant'e manera el Cuerpo Místico de Cristo, ya constituido, formado, adulto. pletórico de vida sobrenatural, debe procurar propagarse, comunirnr la vida sobrenatural a los qu'e -todavía no la tienen, a los que no conocen a Cristo \.y no viven !a vida de Cristo. Extender, propagar, multiplicar las células ele su Cuerpo Mís– tico es la obra de las Misiones que tienden a plantar la Iglesia, ern cuyo seno se puede participar de todos los ben'eficios que se derivan ele su Cabez¡,'' (45). 3. MANIFESTACIONES NEUMÁTICO-MISIONI::RAS EN LA IGLESIA PRIMITIVA. Luego, después de la vmida del Espíritu Santo en el Cenáculo sobre los apóstoles, empiezan a mdnifestarse los¡ 'efectos de su investidura en la Iglesia naciente. Pocos hombres, ignorantes y rudos, después de haber recibido el bautismo de fuego del Espíritu Santo, hacen sentir 'en el mundo su voz y da principio una nueva vida para la humanidad. En efecto: San Pedro, el tímido apóstol que niega por tres veces a su Maestro, ahora, intrépido, predica a la multitud heterogén'ea de Jerusalén y obtiene unas tres mil conversiones ( 46). Convertidos y bautizados los samaritanos por Felipe, Pedro y Juan por la imposición de las manos, les confieren el Espi'ritu Santo (47). Pablo, convertido en la vía de Damasco, recibe la visita de Ananías a fin (41) Cf. 'l'eologia de San l'ablo, pág. 181, l\In<lrid, 1947. '(42), Cf. BoYER, ibíd., pág. 182. (43), IV, 4. (44) Bov1m, l. c., pág. 183. (45) Cf. P. l'ío :i.\I. DE l\IONDREGAXES, o. l!'. :i.\I. CAP., .llanual de Jlisionología, pú– gina 1:n, l\Ia<lrid, lHGO. (4G) Act., II, 41. (47) Aet., VIII, 22.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz