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46 P. PÍO DE MONDREGANES omnia (3). Las de redención, al Hijo. Pee redemprionem quae est in Christo Iesi; (4). Las obras de santificación, al Espíritu Santo. Cal'itas Dt>i diffusa, est in cordibus noslris per Spiritum Sanctum (5). El Padre, por medio del Espíritu Santo, nos da el Primer Misioneto.-Dios es caridad. DellS caritas esi' (6). No quiere la muerte del impío, sino que se arrepienta y viva (7). Quiere que todos los hombres s'i?:. salven y lleguen al conocimiento de la verdad (8). Y de tal modo amó Dios al mundo, que le dió a su Hijo Unigénito (9). Llegada la plenitud de los tiempos, el Hijo Unigénito se encarnó, tomó nu'estra naturaleza, se cargó con nuestras miserias, excepto el pecado; nos enseüó el camino dd cielo, nos rescató de la culpa y murió en una cruz ror todos nosotros. El Espiritu Santo, que procede del Padn': y dd Hijo, a Patre filioc¡uc procedí/ \10), intervino también en la obra d'e la encarnaci<m y re– dención y, en cierto modo, nos dió al Hombre-Dios, al RcJentoc-Misioncro. En efecto: El cuerpo preciosísimo de Jesús, Speciosus forma prae filiis hominum (11), 'es la obra maestra del Espíritu Santo. }\,sí lo anunció el Ar– cángel San Gabriel cuando ,se apareció a l\faría Santísima en la humilde ca– sib de N azar et, y le dijo: "Spiritus Sanctus superveniet in) te... ideoque quod nascetur ex te sanctum, vocabitur Filius Dei" (12). Confesamos en el Credo que J es,ús fué concebido por obra del Espíritu Santo. Et incarrwtu:i , ·:;t de Spirita Sancto (13). El cuerpo y el alma de Jesús son santos, en cuanto s•.: unem hipos:útica– menk al V•erbo, pero también el alma es santa, porque es sede del Espíritu S;into, como lo testifica Isaías diciendo: R.equiescd super eum Spiril't.:.s Do– mi11i (14). Habiendo Jesús sido bautizado en el Jordi'm por el Bautista, des– cendió d Espíritu Santo en forma de paloma y s'e oyó una voz del cielo que decía: "Tú eres mi Hijo muy amado, en ti me agradé" (15). El Espíritu Santo le: condujo al desierto (16) y, vrncidas las tentaciones, el mismo Espíritu le sugirió de volver a Galil'i?:.a (17). El Espíritu Santo le dió virtud taumatur~p y el poder lanzar los demonios. Ego in Spiritu Dei eiicio\ daemonia (18). El Espíritu Santo le inundó de alegría cuando los discípulos volvieron de pre~ dicar y le contaron las maravillas que habían obrado: in ipsa hora exultavié Spiritu Sancto (19 ). Jesús fué la Víctima ofrecida al Et'erno Padre, para nues- (3) I ror., VIII, G. (4) Rom., III, 24. (5) Rom., V, [í. (G) Io.urn., IV, R. (7) l~ZEQ., XXXIII, 11. (8) J '.l'im., II, 4. (U} IOAXN., III, lG. (10), DE:-;z., n. 994. (11) I's., 44, 3. (12) Luc., I, :15. (1:1) l>ENZ., ll. 994. (14) Is., 11, 2. (15) Lec., III, 21-22. (lG) MAT'l'II., IV, l. (17) Lec., IV, 14. (18) Luc., X, 21. (19) Luc., X, 21.

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