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3. FUNCION MISIONERA DEL ESPIRITU SANTO (*) El divino desconocido.----El día 9 de mayo de 1897 el sabio Pontífice León XIII, en 'el vigésimo: año de su largo pontificado, dirigía 81 mundo ca– tólico la importante Encíclica Diuinrmz illud nmnus, en que trata varias cues– tiones referentes al Espíritu Santo, Tercera Persona de¡ la Santísima Trinidad. En ella se lamenta el \experimentado Pontífice del poco conocimiento y de la poca devoción que se. tiene a este Espíritu Consolador y Santificador, exhor– tando a los predicadores y a los que tienen cura de almas que procur'en dar -a conocer al pueblo los beneficios inmensos que se reciben mediante esta di– vina Persona (1). Si este lamento es justo, y verdadero en la práctica de la vida cristiana, lo es más todavía en el campo misionero. Por esto queremos decir algo de !a .{unción misionera del Espíritu Santo y r•ecordar su influencia en este sentido. Para mayor claridad consideraremos brevemente los cuatro puntos si- ,guientes: l. Las tres Diuinas Personas obrando "ad extra". 2. El Espíritu Santo uivificando la Iglesia. 3. Manifestaciones neumático-misioneras en la Iglesia primitiua. -'l. Acción misionera del Espírim Santo en los misioneros y misionados. 1. LAS TRES Dn,1NAS PERSONAS OBRANDO "AD EXTRA". Uno de los dogmas más profundos y más ricos de nuestra fe es el miste– -rio de la Santísima Trinidad. Un solo Dios verdadero 'en Tres Personas dis– tintas, eternas e iguales, sin que haya entre Ellas prioridad o posterioridad alguna. Los teólogos prueban abundantemente la existencia del dogma trini– tario y s'e esfuerzan por explicarlo, en cuanto es posible, a los cortos límites ·de la razón humana iluminada por la Revelación divina. Las operaciones que se refieren a las criaturas, y que los teólogos llaman ad extra, son comunes a las Tres Personas. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo no son tr'es prin– cipios de la creatura, sino un solo principio (2). Pero, considerando el tér~ -mino creado, algunas acciones suelen atribuirse a alguna de las Personas. Así las obras de la creación s•e atribuyen al Padre. Unus est Deus Pater, ex quo (*) Cf E1mtes Doccte. Roma, 1955, tomo YIII, fase. III, págs. 326-344. (1) Cf. A..R.8., 18!)7, rnl. XXIX, págs. ()54-655. (2) DENZ., 70;;.

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