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PROBLEMAS MISIONALES 437 ron a recoger los hijos de los caciqu'Cs en sus rnsJs, eé>perando que. así fnflm– rian en los demás. En las instrucciones dadas por los reyes a Ovando en 1501 se le encar– gaba que procurase la conversión de los indios por medio de los! frailes :JU'C allá había y que criaban niños en sus casas. Fernando el Católico pone por modelo a los conquistadores de Cuba la educación dada por los frailes, mandándoles que r'ecogieran niños y los edu– casen cristianos prácticos y firmes, y no de mero nombre, como lo eran, des– graciadamente, los indios bautizados tras una ligera instrucción ( 46). Y el mismo, escribía a don Diego Colón el 25 de julio de 1511: "La yda de Diego Velázquez a Cuba me ha parecido bien, e hizisteis lo mejor del mundo en ynbiar con él los quatro frayles que dezís que inbiastes, para que se comience aquello principalmente sobre el servicio de Nuestro Señor y acrescentamiento de nuestra santa R:, y esto <levéis tener por principal fundamento en todo lo de allá, esp'ecialmente¡ en las casas pobladas o que se poblaren de aquí ade– lante. E hizisteis muy bien vos el Almirante de prom'Ctelle que le pagaríamos todo lo que gastase en este viaje, que no sería razón quel gastase de su ha– cienda lo que p'era ello oviera menester; y teniendo nuevas dél hacédmelas luego saber" (47). "Uno de los objetos en que la Corte española ponía más cuidado en d nuevo Reino de Granada (Nueva Granada) era el de la r'educción de las tri– bus bárbaras al conocimiento de la verdadera fe y a la vida social" (48). Este método de reducciones se practicó después con admirables r•esultados en Colombia, Venezuela, Bolivia, Paraguay y California, y, en general, en todas las regiones donde no existía la civilización y el urbanismo (49). 3. Tratamiento de los indio;,.-Los reyes insisten que sean bien tratados los indios, y las leyes determinaban lo mismo. "Sean doctrinados y enseñados con cuidado y amor,.conv'eniente a nuestra Santa Fe, y tratados con su;widad y templanza que tantas veces está mandado" (50}. Colón sugirió a los reyes la idea de que algunos indios caníbales de las tribus caribes podían ser envia– dos a España como esclavos y venderlos. El año 1495 llegaron a S•evilla cua– tro barcos cargados de cautivos. Los reyes, creyendo que se trataba de pri– sioneros de guerra, autorizaron su venta. Pero, q'..lerlendo as'egurar mejor !a tranquilidad de su conciencia cristiana, cinco días más tarde la reina da la siguiente orden: "Se prohibe terminantement'e la venta de esclavos, así como su compra, hasta tanto que Nos hayamos tenido tiempo de consultar a per– sonas calificadas, teólogos y canonistas, para saber si, en conciencia, podemos permitir qu•e continúe el tráfico. Además, debe Antonio Torres enviarnos con urgencia las¡ cartas que tenga del Almirante, para que podamos saber por qué motivo ha enviado aquellos hombres como esclavos a Sevilla". Bien informada la reina, y aconsejada de los teólogos y canonistas, ordenó la libertad de to- t,W) .lrcltirn de l11dia,, 1::n. 1-4. (·17) A,,.ltiro de Indias. Her1iHfro de 150:l a 1512, fol. 12:í. (-18) Cf. .ro~f; ;\Lrnü GnooT, Ilistoria eclesiástica y ciuil de ;úieva Granada, tomo II, C'a]l. :l2. ¡iúg. 212, Bogotú. 18GB-1870. (4H) ('f. (;m:'iTIWP, o. c.. ¡1úg. 2;¡7_ (:íO) Lib. l \', tír. IY, h·:r 2; lib. I, tít. Y, lry 13.