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P. PÍO DE MONIJR[Gi,Nl:s lo futuro ocuparrn (24). Por la bula Eximiac dcvotionis, del 16 de noviembre de 1501, se conceden los diezmos de las tierras descubi•ertas a los reyes, con L:i condición de &cñalar la dote conveniente para las iglesias y el culto di– vino (25 ). Julio II, por la bula lllius fulciti praesidio, del 15 d'e noviembre de 1504, instituía en La Españob un arzobispado y dos obispados, concediendo a los titulares las sedes y las décimas independientemente de la autoridad civil. l\1ás tarde, accediendo a los ruegos d'e Don Fernando, por la bula Universa/is Ecclesiae regimini, del 28 de julio de 1508, concede a los Reyes Católicos el derecho de patronato (26). Alred•edor de las bulas alejandrinas y del derecho de patronato regio han surgido una serie de problemas de carácter teológico, jurídico, diplomático, político, eclesiástico y misional, cuyo estudio ocupa mucho a los inv'estigadores ele nuestros dias. Nosotros nos concretamos al problema misionero. Sin un ideal profundam'ente misionero es imposible comprender la civilizución de América. La historia de América, dice Vicente D. Sierra, es principal y esencialmente la de sus misioneros (27). Y Lurns AyarragaTay añade: "La ideología del proselitismo religioso fué la concepckn inicial que inspiró a España, id'eulista y heroica, a la conquista de América" (28). Con amplio espíritu de justicia confirma el sentido misional de la conquista el sabio Pontífice León XIII: "L1 causa que principalmente movió a Colon y a los Reyes Católicos a 'ex– r lorar el Mar Tenebroso, y el motivo que les indujo a llevar hasta el fin su empeño, vemos de una manera indudable qu'e fué la fe católica ... , abrir ca– mino al Evangelio po-r nuevas tierras y nuevos mares" (29). Los Reyes Católicos se esforzaron en cumplir con el mandato pontificio, procurando por todos los medios propagar la fe entre los infieles y extender la Iglesia 1 <':n los nuevos territorios conquistados. Como claramente aparece de los documentos, la propagación de la fe era el fin primario y principal de las expe– dicion'es navales. En las instrucciones de los reyes a Cristóbal Colón, en su segundo viaje, se lee: "Que se tengan principalmente respeto al servicio de Dios Nuestro Señor e ensalzamiento de nm:stra Santa Fe Católica; por ende sus Altezas, deseando que nuestra Santa Fe c:atólica sea aumentada e acres– centacla, mandan e encargrn1 al dicho Almirante, Visor·ey y Gobernador que, por todas las vías e maner:,s que pudiere, procvre e trnbaje atraer a los mo- (2'1) 17,íd., vúgs. 17-lS. (23) l'f. lh:u:sJ.Ez, /. c., púgs. 20-:.!1. (2li) Cf. GnE:-;TRUP, Ius Jlissiunarium, p{,gs. 227-2:n, Steyl. 192f,; HER~,\EZ, obrn citada, ¡iúgs. 24-2\i. (27) J,Jl sentido 111isio11al de la co11q11ista de .·l111<'rica, pitg. 2J, l\Iadrid, lD-14. (2S) Ln Jylesin e11 cl111áil'a u la donii11aei,í11 cspa11ola, ¡iúg. 17, Biwnos .\irPS, 1n:;r;. (2D). CAUAGCIOLO I'.rn1u, Filosofía 1111icersalista. rc11ezola11a, púg. 41, Car:wns. rn:1::. El señor ?11. Gim nez Fern::rndPz en su trabajo Las bulas alejandrinas de 119:J, Se– Yil!a, lD-12, hu ¡irett>ndido dPsYirtuar las ÍlltPn<·iom•s PYangPliímdorns de nnPstros so– l>Pranos. La l'rÍtÍ<'íl ha juzgado sn Pstndio ]ll'l'llllltnro, dPfieiPntP Pll la Íll\"PstigaC'i{rn y eon intPrprNaeiom•s subjPtidstas. ( 'ou nwjor critPrio y mayor docunwntu<'iún ¡mblicú una imporlante monografía teolúgico-jurídica el padre LETURI.\, S. J., Las graneles bulas misionales de cllejandro l'I: 1'1113, Pn Remana de Jiisionoloyía de Barcelona, torno I, ¡,,,gs. 210-2ril. Bnr<'Plona, rn:,o.