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414 P. PÍO DE MONDREGANE5 al no ser comprendido (20). Eso sucede a los genios. Superan a sus contem~ poráneos ... Luego podemos concluir que, pasados los primeros años d•e org,mizac1on y de experiencias, los rilisioneros mendicantes se dieron cuenta de la impor– tancia del estudio de la Filosofía, de la T•eología, de las controversias y de las lenguas, particularmente orientales. 4. Conducta ele los misioneros.--Es indudable que los misioneros partían llenos de celo por la gloria de Dios y la salvación de las almas, y con d•eseos de dar su vida por Cristo. En sus viajes apostélicos no tenían las fac'lidades y comodidades de nuestros días. lv!ore .Apostobrnm recorrían distancias enor– mes a pie o a caballo. llenos de privacion'es, peligros y sacrificios. En las relaciones de los misioneros leemos pác¡inics que manif'estan une1 vid2 de elevado ascetismo y estrecha observancia. Es 'ejemplar el hero'smo de aquellos misioneros de temple. Por lo que se refiere a la vida externa vestían, gi':ucralmente, como en Europa. Los franciscanos caminaban con los pies descalzos. el hábito de pe– nitencia y la cab•aa descubierta. Y en esta forma se presentaron en las cortes de los soberanos. s,n embargo, cuando era necesario se adaptaban tamhii'>n a los usos dd país. Juan de Pian de Carpini, en ocasión de la coronación d'el emperador Kuyuk, se acomodó a las prescripciones del cere:monial a'.'iátko cub,.;cndo el h,~bito de pobre franciscano con un vestido de s,•da Juan Marignolli habla también de un hábito arreglado al uso indí¡rena (21). Los m'sionerc-s confirmaban con su vida austera, penitente y cdifirnnte la doctrina que predicaban. El ejemplo de su vida influía mucho sohre hs paqa– nos y cismáticos. De J\1:ontecorvino r.e dice qu·e era ardiente imitador de San Francisco, rí:1ido y austero consigo mismo; era considerZ!do por santo entre los fieles de Kambalic (22). Fray Peregrino, ob;spo de Tsiuonen-tcheou. decí:1 de los ht'rm:.,n,1s eme convivían con él: ''Ibi cum tribus fratribus devotis pacifice et tranqnille Deo vacare possum. Et ipsi serví Dei... qui in omni virtute fortifirnti, Deus ho– noratur per eos. Ultimam ta:·es haberemus centum nobiscum" (23). Tas cartas que escribió fray Pascm1l de Vitoria "recte dicuntur hymnus, aui dn 1 orcs can– tat a miss;onariis ad animas lucrandas pafüc:nter et fortiter toleratos" (24). 5. Estrategia en la predicación.--Estratcgia es una palahra de uso mili– tar qu'e ha entrado ya en la terminología de la pastoral misionera. Sianifica, en general, el modo de llevar a la práctica la conquista del reino de Cristo. Los medios pueden ser muchos, pero el indicado por Jesucristo a los após– toles es predicar 'el Evangelio a todas las gentes que viven en las tinieblas de la idolatría y del error. Le fe entra por el oído. Los ,modos concretos de anun– ciar la fe o de predicar el Evangelio son mm::hos, y es muy difícil reducirlos a sistema. (20) Cf. DE Mo1rn.m., o. o., púgs. 296-297. DAi>IEL-Rors, IJ Jffpopée Missionnair6, págs. 25,9-2Gl, París, 195G. (21) Cf. Sínica li'rano., vol. I, pág. XCVI. (22) 1/Jíd., púg. XCVIII. (23) lbíd., púg. HG7, n. 6. (24) Sínica Franc., vol. I, pág. XCVIII.
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