BCCCAP00000000000000000000392
400 P. PÍO DE MONDREGANES dían a los que no se portaban conforme a su elevado ministerio ( 65), o s'C ordenaba que fueran retirados de las Misiones (66). La paterna solicitud de los Supremos Pastores no se limitaba al envío y preparación moral y científica; les acompañaban con su protección en los via– jes peligrosos y en las tierras inhospitalarias. De tres modos les protegían: 1) Recomendándoles a la jerarquía, al clero y a los fi'eles, para que les tra– t;isen con la debida reverencia y les dieran cristiana hospitalidad (67). 2) Su– plicando a las autoridades civiles, cristianas y no cristianas, no sólo de no impedirles su ministerio, sino de apoyarles aun económicament'e y transportarles con los medios más rápidos (68). Sólo en el Bulario franciscano se registran más de 72 documentos de varios Pontífices dirigidos a los príncipes tártaros, a los sultanes de Egipto, a los reyes de Tún'cz, a los de Espaiia y Hungría. Así, para dar un par de ejemplos, Benedicto XII, el 13 de junio de 1358, desde Aviñón, escribfa al empe>rador de los tórtaros rogóndol•e que siguiera mostrando su benevolencia y favor hacia los cristianos, permitiéndoles fundar y construir iglesias, basílicas, oratorios, y tener Jibert::d para predicar (69). Nicolás III, en 1278, se dirigía al príncipe A½aga (Apacha). para qu·c pro– veyese, dili(lente y suficientemente, a cinco frailes menores ir. cundo, morando, ac redcundo ad Nos securo condactu et nccessariis opportani,'i,' (70). Se en– cuentran cartas llenas de grntitud a personas reales que .se ofrecían a ayudar a los misioneros (71); en cambio, se hallan también otras que respinn indig– nación por las vejaciones com•etidas contra los inermes ope;:aTios evangé– licos (72). Esto no nos debe causar admiración si consideramos-observa Ré– sumat---la barbarie de los mogoles. la indiferencia de los chinos, las preven– ciones de los idólatras, la rivalidad de los nestorianos, que habían h•echo tan– tos progresos en las naciones tflrtaras; la ignorancia de las lenguas, y de las costumbres de aquellos pueblos, que debieron oponer grand•es dificultades al celo de los misioneros (73). Los Papas no se contentaron con exhortar a los demás a la generosidad; ellos mismos dieron 'ejemplo. En efecto, Ju,m XXII dió 110 florines de oro a fray Nicolás, que partió para Pekín (74); Bonifa– cio IX concede extrnordinc.1rias indulgencias a los fieles que concurran a la suma de 3.000 florines para librar varios religiosos prision'c:ros de los turcos (Gj) Cf. null. 1 1 ,ranc., torno ,~, vúg. ~s;;, n. G7~. ((i(i) Cf. Gou;uoncn, o. c., tomo Y, púg. 1,1s. ((i7) Bull. Frnnc., torno II, ¡,úg. 2:i. n. :t.l; tomo III, ¡,úg. 2DD, 11. 20; tomo IV, púg. s:~, n. 128; torno ·v1, vúg. GG8, n. GüS, n. 1.4~4; torno YII, vúg. 7~{, n. 218. ((lS), n ull. Franc., tomo I, púg. ::m, 11. 7D; tomo IY, púg. 2S, n. 41. ((ifl) 1/Jíll., tor.,o VI, púg. fiS, n. SS. (70) Jbícl., tomo III, púg. 2Dl, n. 11. (71) G:. Bnll. Franc., torno IY, ¡,úg. !J, 11. 10; púg. 18, nn. 7-S; IJÚg. 8(), n. 1::2; ¡,úg. 87, n. 1:i:i; tomo V, vúg. 2S7, n. fi77; tomo VI, vúg. fiD, n. OO. (72) Cf. Bull. Franc., tomo I, v:'tg. 57::, nn. :JGG-:lH7. (7:l) ('f. Mémoires sur les relations zwlitiques lles princrs clirétiens et ¡,a,·tin11liere- 1nent des rois de France area les empereurs mongoles, tomo VII, púg. :ni. París, 1S22-1S24. (74) Cf. Bull. Franc., tomo V, púg. fif;7, n. 1.0:i7. VAN DEI\ VAT, IiJ,r¡,cHsw C•amc,-re A¡¡ostolicw z¡ro missionibus Fratrwm Jíinoruin ·ínter 'l'arfaros min. 1318-135:J, Pn Archir. FraneiscaJJum Ilistoric11m, IIJ:ls, tomo XXXI, púg~. fi:lS--1.0.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz