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PROBLEMAS MISIONALES 397 Loenertz (45). Masetti, O. P. (46). no parece ten'er sólido fundamento. Es muy cierto que misioneros franciscanos y dominicos trabajaban unidos, que a veces recorrían las mismas regiones y ciudades de infieles; p'ero no forma– ron una única Sociedad dependiente del ministro general de la Orden fran– ciscana. La primera Sociedad de este género de que tenemos noticia es de los padres dominicos, de la cual se hace especial mención en el Capítulo ge- 1wral d'e Tolosa de 1304 (47). En sus principios curnprendía las estaciones misioneras de Pera, C'erca de Constantincpla, y de Cafa, en Crimea, a las cuales luego se añadieron las de Trebisonda y Chíos. Después se fueron ex– tendiendo las fundaciones por otras regiones de Ori'ente, lwsta el Turquestán y la India. La Sociedad llegó a su apogeo en 1390. La división administrativa se puede ver en las actas del maestro general. R:1imundo de Cap!.m, del 26 de marzo de 1390, donde se conserva el siguiente resumen: "Item, die XXVI martii fecit vicarium suum cum plenaria auctoritate in ccnventibus seu locis, qui sunt in contratis Russiae et \Valaciae maio1is et mi– noris fratrem Iohannem Strenue, dans sibi auctoritatcm ncgendi, gube~nandi, visitandi, corrigendi, reformandi, absolvendi et confirma11di, s'eu alios insti– tuendi et omnia quae frater Helyas Petiti facere possit. Nolens quod aliquis inferior, etc ... Item, eadem die, eodem modo, et cum eadem auctoritate, fecit vicarium suum in contratis Armenia.e, Georgiana'<!, Tartariae, Gazariae et Romaniae fra– trem Andream inquisito-rem Caffensem, excepta insula Chiensi et salvo iure provincialis Graeciae. Item commissit sibi monaste:dum S. Cath'erinae de Pera" (48). Juan XXII decretó que los poderes: del vicario general delegado no cesa– sen con los d•el maestro general que les había comunicado. Las funciones del vicario general delegado eran equivalentes a las de ministro provincial y go– zaba, además, de otras extraordinarias. El vicario y lc,s superiores locales te– nían facultad para recibir novicios y admitir a la profesión religiosa; podían también agregar a la Sociedad religiosos de las provincias de la Orden, ex– cepto las de Tierra Santa y Grecia, q,1e eran ya misioneras. Los Capítulos generales solían •encarga·r a los provinciales de enviar religiosos a la referida Sociedad. A veces, el mismo Papa. personalmente, se interc-saba para enviar misioneros a las fundaciones de Oriente. El p'ersonal generalmente se compo– nía de italianos; pero también había algunos ingleses, españoles, alemanes, hungaros y polacos. Entre los novicios recibidos de aquellas partes se con– taban gri'egos, armenios y latinos de Oriente. En 1333 el Capítulo general de Dijon (Francia) organizó cursos metódicos de lenguas en las casas de Pera 05) Cf. R. LoEXI:rrrz, O. P., J,a Fforiété des Frilres I'(,régrinants. Étudc .sur tOricnt l)ominicain, púg. G. I{orna, 19:17. (4G) En Jlonmne11ta et _t11tiq11it. Ord. Prw(l. ins0rtó un ap(,ndieP: J)(' r'onttr<'11a– tione Prregrinantiuin propter Christum de qua mentio lrnbetur sa>c. XTV et Xr: E,rerritatio historien in qun oriuo, progressus et finis ex¡io11itur, tomo I, vúgs. 457-00. (47) Cf. LOEXERTZ, o. c., l)Úg. l. (48) Cf. Jfo1111mc11tn Ord. Pn:cd. Hist., torno XIX, púg. 222, n. 17,18. Apnd LOE:',ERTZ, o. c., púg. :l4.
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