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PROBLE!\L\S Misro:--: ;AJ.ES 3¡9 rio IX escribe a lus hijos de Santo Domingo que estaban entre armenios y caldeos, y en 1237 al patriarca de los jacobitai,, convutido por los mismos. Juan XIII, pcir la bula Rcclempior noster del 1211\, instituyó la jerarquía en Persia y nombró ar::obispo de Sultan:eh al dom;nico Frdncisco de Perusa con seis obispos sufragáneos de la misma Orden. En 1328 el Remano Pontífice pide al Capitulo general. que se celebraba tn Tolo~a, 50 mision-,ros para Per– sia. Fueron tantos los que se ofrecieron que resultó muy dificil la selección. En 1329 tenían allí los dominicos 12 casas y otras tanta5 los franci.,rnnos (42). Recordamos aquí una institución un poco curio~a. En d siElo ·;rv. por ini– ciativa d•e:l dominico B. Bartolomé de Bolonia (·:· l 333), se func!ó una Congre– gilción dominica llamada de los Un/lores. Fm:: aprob,ida por el Papa y puesta en 1356 bajo la dependencia de los dominicos, de los cn,iles ,e distingnia en algunas cosas. Esta pequeñu Conurcgación. qm~ en el 13i4 é1p'c11<is llegaba ;1 un centenar, promovió la nnión de los armenios, rindió gr:rndes servicios a la Orden de predicadores y tradujo en lengua armenia , arias obras d'e Historia, Filosofía, Teología y A:;cética (41). Hacia el 1340, por la inva,;i<,n de Tamerlim, la devastación de la p,,ste ne– gra y otras causas, las lVIisiones de Persia d'esapmecie1011 casi por r:ompleto. 2. Apostolado en Kiptchak.- -El reino de Kiptchak o de ia llorda ó11rca, cuya capital era Saray, se. extendía desde el Búltico por la Polonia, Rusia me– ridional, nwres Negro y Caspio hasta el lago Ar,,l. En este \'il:;to sector no faltaron operarios que cultivaron con fruto \?l campo evanoélico. Guillnmo Rubruk, en su viaje a Karakorum, intentó fundar una Misión, pero Batú le despidió de la corte. Se corrían voces que su sucesor Sartach se había con– vertido al cristianismo, pero los misionero:; nada de ci'erto pudieron saber. Los jefes de Kiptchak simpatizaron más con Eqipto y los musulmanes solían tener campo libre. Esto no obstante, los misioneros franciscanos y dominicos se multiplicaron en el territorio. Al princip;_o del sir¡lo XIV la Vicmía franciscana del NCJil'e (Kiptchak) comprendía dos C,1stodias con 17 residencias fijas. El jefe Usbek desposó con Tavdob, hija del emperador griego Andró– nico III, la cual, juntament•~ con su hiio Janibeg, favoreció mucho a los cris– tianos. El franciscano fray Elías de Hungría vivía en la corte de Janibeg como hombre d•,~ mucha confianza ( 44). En lJ l 7 se erigieron obispados en Kafa y Tana y en 1321 en Saray, capital dd reino. Más tarde, en 1333, se añadieron los de Kc:rtch y Matraga. Fray Joanca de Hungría, que trabajaba en las lineas avanzadas, en una carta dei Ll23 afirmab;,i que una t'ercera parte del reino se había ya convertido a Cristo (45). Después de la muerte d,~ J,mibeg (1342), a musa de J,;s disensiones inter– nas por la sucesión al trono y del exterminio <l'e la peste negra, la Misión empezó a declinar, de tal modo que Urbano V, en 1369, se lamentaba de que los lugares donde los misioneros habían hecho tanta;:; conversion'es estaban 0:2) Jbíd., púg. G07. (-!::) Cf. \Y.\LZ, o. c., púg. 241; DESCAPS, o. c., p(1g. 2S2. (H) ('f. :-lrno:,TT, o. r., pág. lOS. (4G) Cf. ,To.\Xl'A DE Il, 0 :--c;¡¡í.1., 0. F. l\I., J,itte,·a 111is.rn Oenerali J!inisfl-o, 1:l:20; !'(l.•\. <'. l\IoTTLE y l\I. BnrL, O. P. }I., en A.rch. Francisc. Jlist., tomo XYIT, 1!124, ¡iúgs. Gü-70.

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