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370 P. PÍO DE MONDREGANES En otras dos lecciones r•eferentes a esta época hablamos de la acc1on diplomática y misionera de los Papas entre los mogoles y chinos (1), y de la organización jurídica de las Misiones en aquel tiempo (2); pero todavía nos queda materia suficiente para manifestar las importantes gestas misioneras realizadas por los frailes medievales. Dividiremos el campo misionero en dos sectores: I, Aportación mision'era de las Ordenes redentoras y mendicantes entre k,s musulmanes. II. Acción misionera. de los mendicantes entre los mogoles. l. fa.PORTACIÓN MISIONERA DE LAS ORDENE:, IU'DENT0RAS Y MENDICANTES ENTRE LOS MUSUL:\IANES. El campo m1s10nero entre los mahometanos comprende una parte de la Península Ibérica, .21,.frica septentrional y algunGs regiones del Asia l\i1cnor adonde s'e extendía el dominio politko o la influencia del sultún de Egipto. La doctrina de Mahoma se propagó ·rápidamente como una tempestad de– vastadora, arruinando cristiandades llenas de vigor y de esperanza. El Islam se imponía por la espada, el fanafo;mo y la doctrina cómoda. La Iglesia: ca– tólica luchó siempr'e contra él. pero con escasos frutos. En España las luchas contra los musulmanes tuvieron carácter de verdadera cruzada. La vic:toria de las Navas de Tolosa (1212) causó gran entusiasmo en España y en toda la cristiandad; con ella se aseguraba el poder cristiano en el t'erritorío de )a Península. Con las subsiguientes victorias de San Fernando y Jaime el Con– quistador el reino del muslime quedó reducido al territorio de Granada, que más i:arde será completamente conquistado por los Reyes Católicos. Por las luchas entre cristianos e infieles y por efecto de las piraü-rías ,:-n el Mediterráneo miles de cristianos yacían en bs ciudades de Africa 'en la más penosa y horrible esclavitud. Para salvar las almas y los cuerpos de tan– tos infelices y conseguir su libertad San Juan de Mata y San Félix de Valois fundaron la Orden de la Santísima Trinidad, aprobada en 1198 por Inocen– cia III. Más tarde, el 15 de diciembre' de ló09, fué incluida por la Santa Sede entre las Orden'es mendicantes. Luego se multiplicaron lo:; centros y las limosnas. Los religiosos se tra;;– ladaban a Argel. Túnez, Constantinopla, Trípoli, Marruecos, etc., para res– catar a los esdavos con dinero o sustituirles con la; propia esclivitud. Muchos sufrieron el martirio. El núm'ero de los cautivos redimidos por estos heroicos religiosos algunos lo hacen ascende-r a 903.000, por cuyo rescate se dieron más de cinco millones de francos (5.000.000) (3). La difusión de los trinitarios por Francia, España, Portugal, Inglaterra, Alemania y otros países de Europa, y más tarde por Asia y Africa, mostró cómo el Instituto respondía a las n'ccesi– dades de los tiempos. (1) .Acritín diplomdtica. y •misumera. de los Papas entre los mogoles y e/linos en los siglos XIII '!! XIr, v:\gs. (2) Omani:::aci,ín jurídica de las Misiones cnttílicas en los siglos XIII y _Y/Ir. pn Misiones Bxtranjeras... (:{) <'f. ELIF :\ I.um: , Tlisloirc des Instituf8 l?('li11ieu,c et Jiissionnnires, ¡,:1gs. (,,"\ y siguit'1Jtps; F. X. ;\IoVL\Ln.-lx, Jlanuale 11 ist. Jfission., vúg. 22, Shanghai, rn:;5_