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PROBLEMAS M!S!ONALF.S 357 noticias ciertas. No existe ninguna relación, y los autores han formado varias hipótesis; parece lo más probable que esta legación no se llevó a cabo (11). No nos d•etenemos en la critica de lns opiniones, porque está fuera del objeto de nuestro trabajo, y pasamos a otras legaciones, de las cuales tenemos docu– mentos sólidos. Legación de Juan de Pian de Carpini.--Contemporáneamente dirigió !no– CL'Hcio IV al rey de los tártaros, con fecha del í 3 de marzo del mismo ;,ño 121.S, otra carta, que empieza: ··cum non solum homin'¿,s", confiándola al fr<:nciscano fray Juan de Pian de Carpini, cuya legación nos consta por la rdación de su viaje y el testimonio de muchos documentos contemporáneos. Fray Juan era natural de Pian di Carpini. un pueblecito c\>.rca de Perusa, que hoy se llama Magione. No se; tienen noticias de su juventud e ingreso en la Orden; aparece por primera Vez en la Historia en el Capítulo general cele– brado en Asís en 1221. cuando San Francisco envió la segunda expe,Hci(,n dl'. frailes a Alemania. Ejerció el apostolado con fruto en varias regiones ale– manas, fué nombrado provincial de la provincia teutónica, despué.s fué tam– bién provincial de la de España. Regresando de nuevo a Europa central. se ocupó en los ministerios apostólicos y trabajó por extender la Orden en Bo– hemia, Hungría, Polonia, Dacia y Noruega. Hombre conocido por sus cuali– dades morah~s e intelectuales y por los importantes cargos ejercidos en la Orden, fué nombrado por el Papa legado a los tártaros, cuando ya contaba sesenta y tres años de edad. "Fray Juan--dice S._,ranzo-llevaba muchas ere> denciales y recomendaciones para los patriarcas, arzobispos y obispos del Orient'e, aun para los que no estaban en comunkación con la Iglesia romana, esperando poder ejercer entre ellos el apostolado y atraerlos al único :·edil de Cristo" (12). Fray Juan salió de Lyon el 16 de abril de 1245, acompañado de fray Es– t•.~ban de Hungría, y en Breslau se les agregó también fray Benedicto de Po– lonia. Por consejo de Wenceslao, rey de Bohemia. amigo de fray Juan, pasa– ron por Polonia y Kie\V, capital entonces de Rusia. Es interesante la descrip– ción que. nos hace de las ruin ns d'e esta ciudad, cmsadas por los tártaros: ''Kioviam, quae est metropolis Rusciae, obsiderunt; et curn diu obsedissent illam ceperunt et occiderunt homines civitatis. Unde quando per terram illam ibamus, inv•eniebamus innumerabilia capita et ossa hominum mortuorum super campum iacere. Fu•erat enim civitas valde magna et nimium populosa, et nunc quasi in nichilum redacta. Vix enim ducentae sic domus sunt ibi modo, et ilii homines tenentur in maxima servitute" (13). El 23 de f'tc:brero llegaron a )a primera custodia de los tártaros y declararon que eran legados pontificios, regalaron los dones de costumbre y fueron condu..::idos a b segunda Cl!::ilodia; de aquí, a la r•esidencia del príncipe Batu, donde llegaron el 4 de abril de l 246, un año después de haber salido de Lyon. Tratados con indiferencia en la corte de Batu, fueron autorizados para proseguir su viaje a la corte imperial, cami– fü,r..do --dice fray Juan--cum nwltis lacrimis nescien{es utrnm ad mortem !'el ód uitam iremus. Durante toda la Cuaresma se habían nutrido solamente con (11) '.YY::'\'O.\ERT, 8ini<'a franc., tomo I, púg. LXI. (1:2) 80RA::'\'ZO, o. C., púg. Ü7. (1:l) (_'f, ',\'y.:,(L\EHT, O, C., ]lÚg'R, 71-72.
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