BCCCAP00000000000000000000392

PROBLEMAS l\l!SJO:-;ALES 275 reprobamos son los nacionalismos exagerados que no contribuyen al bien co– mún de la sociedad o se oponen a la universalidad de la única religión Verda– dera para todos los hombres, y pretenden fundar o defender religiones rnnti– nentales, r'egionales. locales o restringidas por límites geográficos o etnológicos. Esos nacionalismos exagerados y sin fundamento jurídico no pueden cont~ibuir al bien común y suelen ser gérmenes de profundas perturbaciones sociales (25). Con el contacto de las últimas gu'erras, las facilidades de comunicaciones modernas y el intercambio de culturas en much2.s partes del mundo, en for– mas más o menos determinadas, se notan manifestaciones de nacionalismos exagerados incompatibl•es con los principios universalistas de la divina Reve– lación. Examinemos algunas de esas corrientes. En nuestra época, el Africa se ha despertado; todas las regiones de ese obscuro continente 'están ya exploradas. Empieza a conocer sus propios Vil– lores y a sacudir el yugo extranjero, y con facilidad prestan oídos a los cn– ca'htos reales o soñados de la independencia, en algunos casos quizá dema– siado prematura. El amor patrio es una cosa natural y honl'sta; p'ero no debe exagerarse con detrim-!.nto del bien común natural o en contraste con los prin– cipios más elevados de la Revelación cristiana. que son universalistas y 110 pu'eden tener límites ni fronteras. En Africa hay cinco Estados soberanos: Egipto, Etiopía, Liberia, Libia y Unión Africana del Sur. Egipto se esfuerza por librarse de toda tutela inglesa, comprendiendo la zona del Canal de Suez. Quiere ser completam'ente dueño de su casa y regirse por sí solo. El nuevo rl:gimen Vél bus.;::ando la estabilidad Que la Providencia· dirija sus pasos por rectos camino9. El Sudán es un condominio anglo•egipcio desde d año 1899. En 1951 "e denunciaron los acuerdos por parte del Egipto y en 1948 se reformó la Cons– titución. Su,; aspiraciones a la independencia son evidentes (26). Los Gobiernos indígenas del l\farruecos francés y de Túnez, fuertes rnn el profundo sentimiento nacionalista del pueblo, quieren la liberación dt> una explotación abusiva, que desprecia al indígena y domina al país en V'entaja propia. Bélgica, en su colonia del Congo y en sus protectorados de Ruancla y Urnndi, realmente se preocupa de promover lo;; intereses de los indígenas; pero, a pesar de la buena administración y del benigno tratamiento, no tardará en manifestarse la aspiración y el conato de completa independencia. No obstante la libertad de que gozan los países q11e están bajo la tutela británica, se notan movimientos nacionalistas de una violencia trágica. Recor– demos la reci'ente secta llamada Mau-Mau en el Kenia, que manifiesta un odio terrible contra los blancos. En realidad de verdad, parece que aquí no se trata sólo de una independencia racial; los hechos terribles que s'e van r-::– pitiendo hacen sospechar que se trate de un mc,vimiento pagano suscitado y organizado para fines comunistas. En el K•enia es suficiente nombrar a )orno Kenyatta, figura típica del nuevo jefe. Pues bier, esta ardient~ flecha del Kerlia salió de las escuelas europeas imbuido de una ideología totalmente co- (2:í) ('f. I·'. :\lEXASCE, O. P., /:{ur le natio1rnlis111c ele z¡ays de Jlissions, Pll Sourcllc Hcruc de /..;(·ie11ee Jlissir11111airc, 11l47, púg-. G. (21i) La indP¡JP1Hk11da dPI Nuclún desPada por Pl ministro Jsmail El ,\zhary (ef. Il 'l'c111pu, 27 de di<'icmbrP de Ul:í4).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz