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PROBLEMAS MlSlO:'< AI.ES 261 III. CONGRESOS MISIONEROS PANPROTESTANTES. En la Reforma protestante no existe un centro de unidad y de dir'ección como en la Iglesia católica; en realidad, no existt: un protestantismo, sino más bien centc~nares de protestantismos o s'ectas diversas. Las estadísticas oficia– les anuncian hasta 300 denominaciones, sin contar otras de menor importancia que fácilmente pasan inobservadas en la investigación estadística. PaTa po– nerse de acuerdo en la acción misionera y en la cooperación, y para estudiar los problemas mision•iros, han organizado y celebrado Congresos o Conferen– cias mundiales. Comenzaron en Nueva York y Londres (1854), continuaron en Liverpool (1860). en Londres (1878, 1888) y en Nueva York (1900). Pero el que tuvo un carácter verdaderamente universal y superó a los anteriores en la organización y eficacia fué el Congr•eso de Edimburgo (1910), World Mis– sio11ary Conference, al cual concurrieron unos 1.000 delegados representantes ele 46 Sociedades misioneras inglesas, 60 americanas, 41 contin'entales europeas, 12 australianas y sudafricanas. Para continuar los trabajos del Congreso se estableció una Comisión (Contimwtion Committcc), el cual, despm;s d,~ v;i– rias vicisitudes, fué sustituido en 1921 por 'el Intemational Missionary Council, que recibió su sanción definitiva en el Congreso misionero de Jnusalén del 1928. A éste debían concurrir igual número de delegados ch: los países :mi– sioneros y de los países misionados. Una d(i las conclusiones fué formar Con– ~ejos Nacionales que estuvieran en continua r'elación con el Consejo Misionero Internacional. el cual debe servir como medio para una nueva unión cristiana, para una vida corporativa, para la solidaridad de fines y de propósitos entre todos los qu'e trabajém por dilatar, el reino de Dios. En el año 1938 se reunía el tercer Congreso en Tambaram (Madrás), al que concurrieron 471 congre– si5tas pertenecientes a 39 nacion•es. En este Congreso se trató ampliament'<- de las Misiones protestantes en los países católicos, principalmente en la América latina. El Conseio !'vlisio– nero Internacional, que tiene sus oficinas en Londres y Nueva York, publica una revista Int'ernacional de Misiones (Jntcmational Reuiew of Missh\11s) y, de tiempo en tiempo, da las relaciones y docum'entos que se refieren a !as 1\.1isiones. La multitud de Sociedad,:s misioneras, los Consejos ·Nacfonal·es y el Consejo Internacional. la celebración de Congresos, la profusión de la pren– sa misional. las o'rganizaciones y asociaciones misionales, particularm'ente en– tre la juventud estudiosa, y los grandes rt'cursos econémicos de que disponen algunos países, han contribuido poderosamente a desarrollar el 'espíritu misio– nero y conquistador de los protestantes, que actualmente tienen numerosas Misiones. IV. CAMPO MISIONERO PROTESTANTE. Los protestantes se han ext•endido por todo el mundo y trabaian entre na– ganos, judíos, musulmanes, cismáticos y aun entre los católicos. Echemos una rápida mirada por las regiones principales del campo misionero. l. Misiones de A[rica.--A principio del siglo x1x había sólo alqunos po– cos misioneros protestantes entre los negros de! ]\frica meridional; pero se

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