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PROBLEMAS MISIONALES 11 Lo que más caracteriza la Escuela de l\,Iünster es la tendencia científica que h~ han sabido imprimir sus componentes y s1,bios profesores, las investi– gaciones serias que realiza y el carácter universitario y académico que ha logrado. No queremos decir que sea un perfecto y acabado modelo, que no admita reloques y perfiles; pero no se le pu'ede negar el mérito de sus iniciativas y trabajos. Ahora nos proponemos preguntar: ¿No se podrá hacer en nuestra Patria, madre fecunda de. misioneros y civilizadores, lo que s'e realiza en Alamania, Bélgica, Holanda, Francia, Italia y Estados Unidos? ¡Qué nación dispone de un filón tan abundante y rico de materiales misionales, sobre todo, en la parte liistórica, como encierran nuestras bibliote:as y archivos~ Estudiemos nues– tros teólogos, juristas, historiadores y escritores; vayamos a beber el agua pu– rísima de su ciencia en las fuentes cristalinas de sus obras. Es sumamente doloroso ten'er que reconocer nuestro retraso y alejamiento de algunos ramos del sab·er: el desnivel notorio que existe entre España y otras naciones europeas en In Escritura, Historia, Apologética científica y en !o qu'e se refiere a ínvestiga.ción y crítica; el poco número de hombres selectos que se dedican a estos sectores, de la ciencia. Es necesario salir de la apatía, romper con el ostracismo, sacudir el sueño de la inercia y dar pasos adelante, p'ero seguros y certercs, hacia el verdadero pro0reso de la ciencia. ¡Qué gloria tan insigne sería para la Semana Misional de Barcelona se– ñalar una época de resurgimiento científico, empezando por los as1mtos mi– sionales! Que desde esta fecha se 'establezcan cátedras de rviisionología en todos los Seminarios, Colegios y Universidades, por lo menos eclesiásticas, caracterizadas por los criterios que arriba hemos cxpu'esto. Sería un fruto muy apetecible y un remak glorioso de 12 Exposición, del Congrc>so y de la Sema– na de Mi~iones. EL DESIDER.\TUM: UN INSTITUTO NACIONAL DE MISIONES. El ilustrísimo señor don Mateo Múgica, obispo <l'e Vitoria y presidente de la U. M. del Clero, escribió estas palabras: "¡ Qué gloria para el Congreso Nacional de Misiones, si en él surgiera la iniciativa de crear un centro oi, Ins– tituto de Estudios Históricos de Misiones, cuando 1 .::11 nuestra Patria 1 contamos con Archivos como el de Indias y el de Simancas, tan codiciados por los mi– sionólogos éxtranjeros!" Por la misma idea aboga con sumo interés' el ilustre sabio jesuita padre Leturia en su bien pres'entado trabajo sobre la necesidad de fomen~ar los estudios histéricos de las Misiones en España. Hermoso pen– samiento que no puede menos d•e aplaudirse por tocio buen español que tenga sólo un adarme de luz en la inteligencia y una chispa de amor patrio en el corazón. El sería como un centro írradiador de destellos luminosos para la ciencia 'española, dando a conocer los veneros inmensos de riqueza histórico– misional que yacen escondidos en los anaqueles de nuestras bibliotecas y ar– chivos. El mundo entero podría conocer mejor la obra gigantesca de evangeli– zación, colonización y cultura llevada a cabo por nu'estros insignes misioneros en la república de las letras y en los campos de la acción.

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