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PROBLEMAS MISIO0<ALES 203 Aquí hacemos una menc1on especial de la obligación del apostolado como sacerdotes y como religiosos. 1. Obligación del apostolado como sacerdotes.-En virtud de nuestra ordenación sacerdotal estamos obligados a ser apóstoles de Cristo. En la or– denación sacerdotal se comunica un caráct'er indeleble. Ahora bien, todos los caracteres, dice Santo Tomás, son quaedam participationes sacerdotii Christi, ab Ipso Christo derivatéw (17). Se distinguen diversos grados en la impre– sión de esos caracter'es singulares del cristiano. Con el carácter del bautismo nos hacemos hijos de Dios y capaces de recibir sus dones. Con la confirma– ción, capaces de defender la fe como soldados de Cristo. Con ia ordenación sacerdotal se nos da la capacidad d'e recibir y conferir los poderes como mi– nistros de Cristo. Por este último carácter principalmeüte nos asemejamos al Sumo Sacerdote. El obispo, en la ordenación sacerdotal, confiere los poderes d'e ofrecer sacrificios, de celebrar misas por los vivos y por los difuntos, la facuhad de perdonar los pecados, de bendecir, de santificar, de predicar... Consid'erados nuestros poderes y nuestra lhisión, adquieren un especial va– lor e importancia las exhortaciones que el obispo lee en el Pontifical Romano, a saber: Primeramente, una exhortación a la santidad:- "Studete sanctc et reli– gios'e vivere, atque omnipotenti Deo placere, uit gratiam suam possitis acqui– rere, quam ipse vobis per suam misericordiam concedere dignetur. .. " Otra exhortación a la castidad y mortificación: "Servate in moribus vestris castae et sanctae vitae integritatern. Agnoscit'e quod agitis. Imitamini quod tractatis; quatenus mortis Dominicae mysterium celebrantes mortificare mem– bra vcstra a vitíis et concupiscentiis omnibus procuretis". Una esp•ecial exhortación para la cdificación del pueblo cristiano: "Sit doctrina vestra spiritualis medicina populo Dei. Sit calor vitae vestrae delecta– mentum Ecclesiae Christi, ut praedicatione et exemplo aedificetis domum, 'd 'est, familiam Dei". Finalmente, una exhortación para el apostolado: "In lege tua die ac nocte meditantes; quod legerint credant; quod crediderint doceant; quod docuerint imitentur; iustitiam, castitatem, mis'ericordiam, fortitudinem, cacterasque vir– tutes in se 0S1tendant exemplo praebeant; admonitione confirment, ac purum et immaculatum ministerii sui donum custodiant". Aüade esta admirable ,:on– clusión: "Nec nos de vestra provectione nec vos de tanti officii susceptione damnari a Domino, sed remunerari potius mereamur. .". El sacerdote, en virtud de su misma ordenación sagrada, está obligado a ser luz del mundo y sal de la tierra; a iluminar con la doctrina y conservar <l'e la corrupción por medio de la sa!lltidad de vida. El sacerdote sacrnm fa– ciens et sacra dan:s, debe ser el dispensador de los misterios de Dios. Por tanto, debe revestirse de la santidad y de la justicia de Cristo, cuya misión re<l'entora y santificadora debe continuar sobre la tierra... 2. En virtud de la profesión religiosa.-Cada Instituto u Orden religiosa tier.e un fundador especial. fines específicos, legislación apropiada, historia más o menos tiempo vivida. (17) :i. 2. rn. n. ::.
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