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PROBLEMAS MISIONALES 121 El 30 de noviembre, primera domínica de Adviento, a las siete y cuarto de la mañana, dijo misa 'en la capilla del Colegio Urbano de Propaganda Fide, la primera fuera del Vaticano, para demostrar a los alumnos, profesores y superiores que uno de sus principales cuidados eran los futuros. apóstoles, la instrucción y formación de los jóvenes destinados a la evangtclización del mundo misionero. Después de la celebración de la santa misa dirigió un dis– curso a los asistentes en el Salón de Actos, manifestando su viva complacen– cia por el flor'ecimiento del Colegio, cuyos alumnos concurren a Roma de todas partes del mundo, movidos por los mismos ideales, bajo el signo de la vocación divina, para establecer el dominio misterioso de la gracia divina en todo el mundo y en todo tiempo. En el segundo punto hizo algunas r'eflexiones sobre la educación moral. ascética y científica de los alumnos, en los cuales la Iglesia misionera funda sus esperanzas apostólicas, que constituyen la gloria incontaminada del sacer– docio católico. En el tercer punto el amabilísimo Padre animaba a los alumnos al trabajo y a la virtud, a preparar la vida presente con las batallas de la pureza, del espíritu cristiano, de mansedumbre, de humildad, de amor a la cruz, las vic~ torias del rescate y de la unidad de nuestros hermanos (2). El 23 de noviembre tomaba solemne posesión d'e la Basílica de Letrán, madre de todas las iglesias, y en la homilía, entre otras cosas preciosas, decía: "La primera gloria de todo pontificado es, de hecho, la práctica conformidad con el mandato evangélico. Id y enseñad, hasta los puntos más lejanos. Gran enseñanza sobre la cual están de perfecto acuerdo bajo este aspecto, entre la doctrina de los Padres de Oriente y de los Padr'es latinos. San Juan Crisós– tomo recuerda\ a todo Papa, a todo obispo, a todo sacerdote el deber sagrado de anunciar la celeste doctrina, invistiendo las más altas responsabilidad·es de cada uno" (3). El día 23 de diciembre de 1958 enviaba el primer radiomensaje natalicio al mundo entero. Habla de la unidad y d'e la paz en la, Iglesia: "Jesús fundó una Iglesia imprimiéndole el carácter de unided, hecho como para recoger todas las gentes humanas bajo los inmensos pabellones que se exti•enden de una a otra parte. ¡Oh! ¿Por qué esta unidad de la Iglesia, dedicada directa– mente y por vocación divina a los intereses de orden espiritual. no podría ser dirigida también a la recomposición de diferentes razas y naciones. igualmen– te extendida a los propósitos de social convivencia señalados por las leyes d•e la justicia y de la fraternidad" (4:). Se lamenta de la disgregación de la unidad de la herencia de Cristo, de los acontecimientos de la inmensa China y de otras naciones que se encuentran detrás de la cortina (5). El dia 25 de en'ero tomó posesión de la basílica de San Pablo, y después de terminado el sagrado rito, en la adjunta abadía benedictina, ante los Car– denales de Curia, anunciaba oficialmente la celebración de un Concilio ecu- (2) A. . l. H., l!HiS, tomo 50, púgs. 1013-1017. (:;¡ . l. _!. S., lDfíS, tomo 50, púgs. 917-918. (4) Cf. A. A. f:J., 1Hfi9, tomo 51, púg. H. (5) Cf. A. A.. H., 195D, tomo fil, pág. 10.

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