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106 P. PÍO !JE MONDREGANES tcdral de Bolonia San Petronio, y de la Cátedra de SarJ Pedro en Roma, Be– nedicto XIV, Pedro Lambertini. Durante todo, el tiempo que duró la primera guerra mundial, 1914-18, se esforzó en procurar la paz de las naciones y ejerció la caridad para con to– dos, católicos y acatólicos. Desgraciadamente sus esfuerzos y sus propu•estas de paz no fueron escuchados. Su celo y comprensión por las Misiones se manifestó claro en la Encíclica lviaximum illud, del 30 de noviembre de 1919, qu'e se ha llamado la Carta JV!.agna de las Mi5iones. En ella hace alusión al universalismo de la Iglesia, a la formación del clero indígena, a los PP. OO. MM. y a la cooperación de todos por la evangelización del mundo. Protegió también la Unión Misional del Clero. Declaró autónoma la Congregación Oriental; fundó un Instituto Oriental en 1917; eru 1919 dió al Colegio Etiópico la sede actual en los jardines vati– canos; reorganizó en 1920 el Maronita, ya fundado en 1584. Con las bas'es directrices de este Pontífice empezó a desarrollarse el movimiento científico misionológico, que, se ha ido p'erfeccionando en los pontificados s,ucesivos. III. PIO XI, CONTINUADOR DE BENEDICTO XV Pío XI nació en Desio el 31 de mayo de 1857. Fué un¡ sacerdote de pro– fundo ingenio, investigador y bibliotecario de la Ambrosiana y de la: Vatica– na. Benedicto XV le nombró nuncio en Polonia, dende trabajó por la reor– ganización de las sedes episcopales, por la vida de los eclesiásticos y para mejorar las relaciones de la Iglesia con cl Estado hasta llegar a la r•ealización de un Concordato. En marzo de 1921 fué trasladado de Polonia a la sede arzobispal de Milán, y en el Consistorio del 4 de junio de 1921 elevado a la dignidad cardenalicia. El 6 de febrero de 1922 'era elegido Papa, tomando el nombre de Pío XI\ ( 1). Por primera vez después de 1870 se asomó a la loggia externa de la Basílica de San Pedro para dar la primera bendición urbi el orbi. Su lema era la Paz de Cri5to f?n d' Rf?ino de Cristo. Fué de uni carácter enérgico, serio, prudente, de reflexión, de visión lmga y segura. Su pontifi– cado, glorioso 'en todos los sentidos; pero nosotros nos limitamos solamente a decir algo de lo mucho que hizo en el campo de las Misiones, tanto en el crden teórico como en el orden práctico. Celebró con solemnidad el primer C'entenario de la Obra de la Propaga– ción de la Fe, fundada por la Jaricct; la 1elevó a pontificia y trasladó s,u ad– ministración central a Roma. Con mayor esplendor se celebraron las solemnidades del terC'er centena– rio de la fundación de la Sagrada Congregación de Propaganda Pide. El día de Pentecostés,, 5 de junio de 1922, pronunció ~n la Basílica de San Pedro una espléndida homilía sobre las Misiones. (1) .l. .l. S., 1H22, tomo XIY, ¡iúgs. 244-:l4S.
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