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PROBLEMAS MISIONALES 101 clero. Agrupó en diócesis autónomas a los católicos húngaros de rito griego. Reorganizó a los rutenos de los Estados Unidos bajo un vicario apostólico en 16 de septiembre de 1907, y también a los del Canadá en 1912. Firmó el Concodato de: Se'rvia en 24 d'e junio de 1914. Se alegró con un movimiento de unión en Bulgaria en 1913 y con el edicto del zar Nicolás II de Rusia, que concedía un poco de libertad a los católicos del imperio, aunque todo muy efímero e ineficaz. En 1907 bendijo el Congreso Internacional de Unionistas de Velehrad (Checoslovaquia), que organizó hasta el 1936 la Academia Ve– tehredensis. En 1908 tuvo el consuelo de recibir en la Iglesia al célebre pro– testante episcopaliano de Nueva York Watson con sus dos Congregaciones religiosas de hombres y d•e mujeres. En 1910 aprobaba la iniciativa del mismo por el Octavario por la Unión de las Iglesias, que se practica en todo el mun– do del 18 al 25 de enero por parte de los católicos y aun de muchos protes– tantes y cismáticos ... Pío X Y Los Las graves dificultades y a ¡;r91c111~:s->1:1e1 Pontífice, por parte de Francia y Portugal. no le ha. los pobres indios de América. Hacia fines de 19 ntañas del Perú, ma- nifestando las vejaciones Yi. .-ndios sufrían por parte de los •empleados de las e· ndo civilizado se horro- riza ante las crueldades qu' ames. El Papa quiso apor- tar un remedio a aquella 1 Encíclica Lamentabili, diri- gida a los obispos de la Amé junio de 1912, hizo conocer al mundo civilizado el trist•e estado de los indios e·,cp}otados cruelmente por los blancos que se decían cristianos. No se concreta a la Encíclica. Para re– mediar en lo que podía, envía al misionero padre Genocchi, para examinar la realidad, y, después de su relación, \erige la Misión del Putumayo (4 de octubre de 1912) y la confía a los frailes menores. Esta l'vlisión no era só~o un centro de evangelización, sino también un puesto de observación que po– día eficazm•ente vigilar los agentes de las Compañías y denunciar a sus Go– biernos respectivos las atrocidades que se les imputabr,n a' los empleados (23). ÜIPLmlACIA MISIONERA. A fin de crear una atmósfera favorable y simpática para con la Iglesia católica recibía con cortesiR y anrnhilidad a todos los soberanos, diplomáticos y representantes dt: los países no católicos. En 6 de jdio dirigió una carta de felicitación a la empcTatriz de China Tse- si (24 1. Volvió a escribir al em– perador Kuwang-fu, que le había contestado en nombre de su madre, envián– dole un valioso r'egalo para demostrarle su complacencia por los sentimientos favorables que mostraba a los católicos (25). (:l:l) ¡iúg. 49, (:l4) (2,"i) ('f. :\Ioxs. ALBERT DATTA::-.DIEH, Annuaire Pont. Cuthol., xrIII (lllll<°e un:;, I'nrís, rnrn. A rt., I. v:1gs. ::Oíl-:l07. Act., II, i,úg. 100.

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