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- 22 - Franconia) con algunas Custodias. La Provincia de Bohemia dió origen a la ele Viena, llamada Austro-Hún– gara (1673), la de Stiria, la ele Croacia, la ele l\forada y la de Polonia. En 1578, llamados por los Concelleres de Barcelona, vinieron a fnndar a Cataluña el Padre Arcángel de Alarcón y algunos compañeros que se establecieron pro– visionalmente en la iglesia de la Bonanova primero, y luego e11 Santa :'.\ladrona, hasta la fundación del con– vento de Santa Eulalia tle Sarriá que fné la casa matriz de España. Gran número de Observantes y Recoletos abrazaron la reforma Capuchina, entre ellos los famo– sos Rocaberti, Alonso Lobo, Luis R•;meo, l\Iochiales, Foresto, etc., ¡no¡iag{mdose rápitlamente y multipli– cárnlose los conventos por modo prodigioso. Fundáron– se sucesivamente los ele Monte Calvario (de Barcelona), Valls, Perpiñán, Gerona, Ceret, Manresa, Solsona, etc. En resumen, desde 1578 a 1600 se edificaron 21 con– Yentos de Capuchinos en Cataluña, y otros 14 desde J{>CO a I~º(;(), La l'roYiJJcia de Cataluña dió origen, en 1602, a la de Valencia; en 160 1 , a la de Aragón; en 1617, a la de Castilla, la cnal a su vez se subdividió constituyendo la de Andalucía. l\íás tarde, en 1733, fundóse la Provincia de Irlanda y en 1873 la ele Inglaterra. En 1587 contaba la Orden Capuchina 5,953 religio– sos ; en 1605 elevóse su número a 9,525, .r a 16,966, di,;tribuido~ en I ,192 conventos, en el año 1625. El desarrollo máximo lo adquiri6 por los años de 1754, durante el cual el número de conventos llegó a la cifra de 1,715, di,;tribuídos en 63 Provincias, con 32,S:n frai– les. Las revoluciones y persecuciones sufridas a fines del siglo XYIII y durante el siglo XIX disminuyeron gradualmente este desenvolvimiento; ma~, en nuestro siglo lo;; progresos han sido notables, y la fuerza expan– siva de la Urden es cada vez más apreciable.