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- 18- Apostolado Los primeros tiempos de la Obser'!lancia (siglo xv) renovaron los fecundos fervores del siglo XIII. Aquella generación fné, como dice el Padre 1'baldo de Alern;:on, una generación apostólica que removió y levantó al mundo. San Bernardino de Sena, San Jaime de la Marca y San Juan de Capistrano, fueron los verda– deros Apóstoles de este siglo. Los dos últimos tuvieron un campo de acción tal ;;ez más vasto. Ellos solos con;;irtieron 50,000 herejes y cismáticos en Hungría, más de 50,000 en Bohemia, Polonia, Austria y Rusia, más de :200,000 infieles en Dinamarca y Noruega. A la pléyade de ardientes pretlicadorcs que siguieron las huellas de los mencionados, debe añadirse el nombre glorioso rlel Beato Bernardino de Feltre, fundador y vulgarizador de los Montes de Pierlad que libertaron al pueblo de las garras de la usura. En la lucha contra el protestantismo en Alemania, Austria, Francia, Bélgica, Holanda, Inglaterra y Es– candinayia, los Obser;;antes tuvieron parte no perpeña, combatiéndolo altamente, sea por medio de la predica– ción, sea por la contro,;ersia y los escritos. En 1537, el Papa Paulo III escribía : «Los Frailes Observantes ... para la conservación y acrecientamiento de la fe cató– lica, mucho trabajaron y aun actualmente no cesan de trabajar, consiguiendo, con su vida ejemplar y su salu– dable doctrina, alejar a muchos de la perfidia luterana.• Baste notar que desde 1520 a 1620 la Orden dió a la Iglesia 500 mártires, sacrificados por el odio protes– tante. La custodia de los Santos Lugares pasó de los Con– ventuales a los Observantes, los cuales extendieron lue– go su acción en Palestina, Siria, Armenia, Chipre y Bajo-Egipto. En 1576, los Descalzos españoles, con Fray Pedro de Alfaro, inauguraron las misiones de Filipinas que se propagaron luego por el Japón. Fray Juan Zumárraga inició en 1545 nuevas expediciones a China. En 1879, existían ya allí nueye Vicariatos Apostólicos francis-