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EL TRABAJO EN LA VIDA FRANCISCANA 67 ver a hermanos ejercer diferentes oficios o profesiones asalariadas dentro de empresas o instituciones que no pertenecen a la Orden ni a la Iglesia. Tal orientación nos parece también conforme a nuestra vocación, pues nos encama de una manera especial en la sociedad, nos hace trabajar en su construcción y nos acerca a los que viven de su trabajo. Al mismo tiempo que es un camino del futuro, hace que alcancemos una de las intuiciones de nuestros orígenes». Este trabajo fuera de casa coincide con lo expuesto sobre la pre– sencia individual, no institucional, en el campo de las actividades actuales. También en este apartado podemos concluir diciendo: «Creemos, pues, que los hermanos pueden ejercer cualquier trabajo o profesión que sean compatibles con la vida cristiana y franciscana» 40 ; pero es necesario subrayar la necesidad de mantener la propia identidad. P. AURELIO LAITA Capuchino 40 Declaración de «La vocacwn de la Orden, hoy», n. 28. En el mismo sentido se expresan: LAZARO IRIARTE DE ASPURZ, o. c., p. 131; ESSER, K., La misión apostólica de los hermanos menores, en Cuadernos franciscanos de renovac10n, n. 14, p, 80; LARRA– ÑAGA, I., En torno al apostolado franciscano, hoy, en Caudernos franciscanos de reno– vación, n. 14, p. 122.