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EL TRABAJO EN LA VIDA FRANCISCANA 65 «sobre la medida en que actuamos realmente convencidos del valor y de la eficacia de nuestras ocupaciones y trabajos, o bien hasta qué punto seguimos ejerciendo unas funciones o sosteniendo unos moldes de acti– vidad por el motivo de una experiencia vivida como una resignación de no saber entregarnos a cosas mejores y como una esperanza vaga de que el tiempo lo arreglará» 34 • e) las formas nuevas y variadas de realizar los trabajos domésticos, como lo va imponiendo la nueva sociedad. Como conclusión de este importante apartado podemos decir una vez más que es necesario creer en la dimensión de servicio de la vida reli– giosa, que es inalterable y permanente, y que los «servicios» o «activi– dades» podrán variar y tal vez deberán hacerlo, según queda expuesto más arriba 35 • Reinterpretación del trabajo desde la vocación franciscana, hoy Una reinterpretación del trabajo desde nuestra identidad franciscana no puede menos de tener presentes los tres apartados anteriores: el tra– bajo y su tipología en la cultura actual, la reinterpretación del trabajo desde la fe y desde la identidad religiosa en general. Así lo ha hecho la mejor investigación y documentación franciscana de la actualidad, desde las nuevas Constituciones hasta la declaración de La vocación de la Orden, hoy, aceptando sus planteamientos y sus valores y contrarrestando sus riesgos. Como estos textos son de sobra conocidos por todos los sema– nistas, me limito a presentar una serie de conclusiones que sirvan de instrumento de trabajo para la reflexión: l." el concepto de trabajo ya no es el mismo en la actualidad que en la Edad Media en tiempos de san Francisco. Será preciso tener pre– sente este primer dato, ya analizado en este estudio, para posibilitar una correcta actualización del pensamiento de san Francisco; 34 ALBIZU, J. L., Reflexiones sobre las actividades de los religiosos, en CONFER, enero de 1975, p. 15ss. 35 ALBIZU, J. L., l. c., p. 17s. Este autor enumera tres condiciones para una reinter– pretación del trabajo, hoy, en la vida religiosa; l.ª: evitar el mimetismo; 2.•: buscar «los espacios vacíos» que «significa la percepción de necesidades verdaderas con sus grados de urgencia y el cuidado de no provocar interferencias y competencias rastre– ras»; 3.•: no asalariar nuestra actividad y lo hacemos cuando no la emprendemos con el entusiasmo de unas convicciones sobre sus valores intrínsecos. Marx hablaría de alienación».

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