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El guardián del Real convento de San Froilán de la ciudad de León, Fr. Manuel de los Santos Tomás, Pérez de Vega y Cascallana, escribe a Fr. Ángel de León, religiosos laico del convento de Sevilla, el 25 de Abril de 1801: "Aunque no con !.as circunstancias individuales, que me participas, ya se sabía por esta Ciudad, elfallecimiento del Venerable Padre Fr. Diego de Cddiz, como de la de un hombre de /,os mas insignes por su virtud, y pre– dicación. Muchos, muchos Padres como Cádíz hacen falta en estos infelices tiempos, que con su exemplo, predicación, y ze/,o promo– viesen la virtudpara aplacar la divina justicia, e inclinar su mise– ricordia a nuestro favor, cuando estamos viendo varios amagos de su indignación, o por mejor, varios avisos de su misericordia; pero no por esto se reforman las costumbres... Aquí no se borrará /,a memoria de la predicación, y ejemplos del Padre Cddiz, acredita– da con varios prodigios, y milagros, con la imposición de sus manos, y santos evangelíos, y cedulitas que repartió entre personas piadosas, aunque el principal milagro era su predicación, que a sus ecos y doctrinas no hubo corazón, que resistiese". (2) Es de destacar el testimonio del P. Fr. Francisco González, dominico, que convivió en algunas ocasiones con el Beato y, en contestación a una carta que recibió del guardián de capu– chinos de Sevilla, Fr. Miguel de Otura, dice: " ... Yo puedo decir mucho de mi estimadísimo Hermano el P. Cddiz, cuya muerte en gran parte es causa de que me vea en el fatal estado de salud en que me hal/,o, porque es indecible el quebranto que ha causa– do en mí, por eso ahora puedo contestarle muy poco. Si V P. me (2) lbidem, 190. 3
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