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80 RELIGIONES DOMINANTES EN CrllNA caminos del cielo y caminos de la tierra, que son una especie de arterias o de venas, o como dice el pueblo, unas corrientes de aire a flor de tie– rra que un objeto de alta elevación puede con su sombra detener o des– viar en su carrera, o bien son como corrientes telúricas, corrientes de agua o de aire que, a guisa de flúido magnético, se ir;filtran a través de misteriosas hendiduras; y no ya sólo la sombra de un edificio, sino has– ta su especial arquitectura, los colores vivos de una bandera extranjera y mil otras causas y motivos, pueden cortar y desviar esa corriente, (1). En este sentido, la geomancia ejerce actualmente en China sobre los espíritus y sobre las costumbres, una tiranía de la cual ni idea siquiera Rt:CEPTORES Dt: OFRENDAS QUE SE HACEN A BUDA puede fornnrse quien no hava recorrido algo de este desgraciado país. Poner a un chino dudas acerca de estas cosas, es provocar las iras más ciegas, las reacciones más violentas y los m:iyores disturbios. Este pue– blo tan sufrido ordinariamente y tan paciente ante mil vejámenes de otra especie, escribe Wieger (2), se revuelve y entrega a mil desmanes y excesos cuando piensa que su favorable fong-sui hállase comprome– tido. El fong-sui es una especie de alzaprima de un efecto sorprendente, maravilloso para excitar las ir;is del populacho. ¡Pobre del emperador, virrey, prefecto o mandarín, si los letrados hostiles aseguran al pueblo que una mina, un ferrocarril, un telégrafo ha de destruir el fong-sui de su felicidad! La obra comenzada habrá de abandonarse sin remedio•. Y (1 J 1 .. Wieger. Textes historiques, ya citado, págs. 1879 y siguientes. (2) L Wieger, libro y lugar citado. Puede verse también, sobre el particular, Mo- ra/e et Usages populaires, del mismo antor, ya citad:,, 389 y
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