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70 RELIOJONES DOMINANTES EN CHINA nen con harta frecuencia su voluntad a los mandarines, reprimiendo, contrarrestando, reduciendo a la nada la acción de los magistrados cuando éstos tienen que intervenir no solamente contra ellos mismos, sino también contra todo laico o particular que se coloca bajo su pro– tección. Su ignorancia; los lamas son, por su vocación, los depositarios de la ciencia y los ministros del culto religioso. Dicen ellos que toda la vida la consagran al estudio. V sin embargo, todos sus conocimientos adquiridos con trabajo constante y duro se reducen a un tropel de fór– mulas budistas. Las bibliotecas de sus monasterios, según se dice por l\10NAS rERIO DE BONZOS ahí, llenas están de escritos antiguos que no prueban desarrollo intelec– tual alguno en los monjes. Por ejemplo, en la biblioteca de Lhasa-ca– pital del Thibet-y como la Roma del Lamanismo- donde se hall~rn diez mil libros amontonados, apenas podría encontrarse otra cosa que algunas oraciones y plegarias, milagrosos formularios, prácticas para exorcismos y especulaciones astrológicas. Por lo demás, la totalidad de estos libros nadie los comprende, y duermen tranquilo sueño envueltos en polvo y suciedad. Los bonzos y lamas, en una palabra, son, por su ciencia, poco instruidos, y por la pureza de sus creencias, muy poco superiores al vulgo. Una pluma casta no puede detenerse a contar otros excesos que el vulgo atribuye a los bonzos. Las puertas de entrada a los monasterios se han caldo, y la clausura ha perdido por esto su rigor. • Lhasa, la